Page 200 - El judío internacional
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extenuación... Creo que en la virtud del sufrimiento poseen los judíos un amparo contra la
degeneración, que caracteriza la historia de los otros pueblos".
Los voceros judíos hasta ahora negaron la participación hebrea en la revolución alemana del 48,
profetizada por Disraelí en su obra "Coningsby". Nos dice Levi al respecto: "La revolución alemana
de 1848 indujo a numerosos judíos cultos a emigrar a Norteamérica... Inútil ocuparse más
detalladamente de los sucesos del 48, bastando la indicación de que varios de aquellos
revolucionarios fueron hebreos, y que gran número de ellos, perseguidos por aquellos gobiernos,
huyeron a Norteamérica" (págs. 181-182). Aquellos hebreos revolucionarios figuran hoy en nuestro
país como nuestros señores financieros. Aquí hallaron amplias libertades para explotar a las gentes
y pueblos enteros a su gusto y antojo. Todavía hoy mantienen íntimas relaciones con Francfort
sobre él Maine, la capital del hebraísmo financiero internacional.
Allí donde la lógica y las necesidades raciales lleguen a chocar entre sí, abandona Levi la lógica,
diciendo, verbigracia: "Por diversas razones siguen los judíos manteniendo su aislamiento.
Teóricamente no lo debieron hacer, sino que en nuestras entidades societarias deberíamos admitir
a todo no judío bueno y digno, que nos honre con su solicitud de socio. Pero lo que teóricamente
hallamos bien, puede prácticamente ser inoportuno. Ciertamente constituye una injusticia excluir a
una persona digna, precisamente por ser no judía. Más, ¿dónde podríamos fijar el límite?".
No podemos vituperar a Levi por aferrarse tanto a su pueblo. Cada cual tiene su puesto obligado
cerca de sus compatriotas. Merecen únicamente censura los no-judíos aduladores, renegados de su
propia raza, parásitos de los judíos, hermafroditas internacionales, que mantendrían mejor su
honra, si poseyeran y proclamaran siquiera una milésima parte del orgullo de raza, que distingue al
hebreo.
¿Por qué los judíos están tan íntimamente ligados entre sí? ¿Qué les distingue de los demás?
¿Acaso su religión? Que la mantengan incólume para extraños e infieles. ¿Tal vez su raza? En caso
afirmativo, debe ocultarse detrás de ella algún objeto político determinado. ¿Cuál será este?
¿Palestina? Se confirma esta esperanza leyendo los diarios que, por intermedio de la Prensa
Asociada, se inundan de telegramas sobre Palestina las agencias telegráficas hebreas. Pero no se
nota aún que la Palestina se haya judaizado definitivamente.
El objetivo político judío no es ni otro que el dominio del mundo en el sentido material. Este
dominio, excluyendo todo otro motivo, ofrece la explicación de sus instintos en migratorios en
sentido político, de propaganda y revolucionario.
XXII
KUHN, LOEB Y CIA., DE NUEVA YORK Y M. M. WARBURG Y CIA., DE HAMBURO
Los banqueros judíos no poseen aún, a pesar de todo, la absoluta hegemonía financiera en Estados
Unidos. Es indudable que la pretenden, y en diversas ocasiones ya la había alcanzado casi. Empero,
constituyen un tan siniestro poder que sus múltiples relaciones internacionales plantean un
problema político de tanta importancia, que no existe ni con mucho, razón para tranquilizarse por el
simple hecho de que aun no alcanzaron la meta.
Las grandes firmas bancarias norteamericanas constituyen un artículo de importación. Son todavía
algunas de ellas de tan reciente data, que puede seguirse fácilmente su línea de desarrollo desde el
primer día de su inmigración. El sentido de rozarse con extranjeros fortificase por la conservación
de sus relaciones con ultramar. Por otra parte, constituye precisamente esta unidad internacional el
momento culminante de su poderío financiero.
Cuatro apellidos retumbantes en la alta finanza norteamericana son Belmont, Schiff, Warburg y
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