Page 197 - El judío internacional
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Comité judeo-norteamericano.

                  Se comprenderá cuan norteamericanas son estas organizaciones, al tener en cuenta que su
                  finalidad no consiste, precisamente, en americanizar a los judíos, sino en comunizar a
                  Norteamérica.

                  Las entidades obreras dependen directamente del "kahal" ruso, cuyos miembros luego de fracasada
                  la revolución rusa de 1905, inundaron a Norteamérica, dando a las sociedades obreras judías un
                  carácter bolchevique. Su idioma es una corrupción del alemán, y forman la vanguardia de la
                  revolución mundial propagada desde Moscú. Si los jefes del bolcheviquismo hebreo en Rusia
                  hubiesen invertido únicamente una décima parte de lo que gastaron en propaganda bolchevique en
                  todos los países del mundo, en administrar y alimentar como se debe a Rusia, se hallaría
                  ciertamente hoy día este país en una situación menos deplorable de lo que realmente se encuentra.
                  Es la propaganda disolvente, el único arte en el que los bolcheviques hebreos alcanzaron maestría
                  suma.

                  La Embajada de Rusia soviética en los Estados Unidos, debe considerarse como la vanguardia de la
                  revolución mundial, la cual se hace por todos los iniciados. De ahí la remoción del embajador ruso
                  Martens. Este, en apariencia, tenía que reanudar las relaciones comerciales entre los dos países,
                  cuyo objeto explicaría el uso de las fuertes sumas de oro de que disponía. El gobierno de los
                  Estados Unidos, en cambio, comprendió mejor el objeto verdadero de su estancia en Norteamérica,
                  que no era otro que la propagación de la revolución mundial. Martens desapareció, mas la
                  Embajada soviética perduro. Es hoy atendida por Recht, un judío ruso de treinta y siete años de
                  edad. En el mismo edificio esta el estudio del abogado hebreo Isaac A. Hourwich, a quien se
                  considera el jefe principal del bolcheviquismo judío en Norteamérica. Pertenece a la clientela que
                  frecuenta dicho estudio, Judah. L. Magnes,  jefe de la Kehilla neoyorquina. Es este un rabino sin
                  sinagoga, un ultra-extremista, maestro en fraseología revolucionaria, protector del comunismo con
                  sus propias ideas y sus múltiples relaciones. Se le conceptúa el mediador entre los hebreos ricos y
                  los radicales, cuando estos precisan dinero. Explico a la prensa lo endeble e inocua que seria la
                  actuación de la Kehilla, si no sirviera más que a fines educativos y benéficos. Mas conste que la
                  Kehilla lo es todo menos una institución educativa o benéfica. No es otra cosa que el centro
                  nervioso de todo el poderío hebreo. Si así no fuera, no se ocuparía de la política y el nacionalismo
                  hebreos, ni los personajes a quienes tiene por jefes se ocuparían de ella. Es la Kehilla lo que el
                  mismo nombre significa: la comunidad israelita reunida para la acción.

                  A los despachos de Recht y Hourwich, concurren, además, los citados Schlesinger, Hillmann y
                  Schlossberg y también algunos inspectores de la isla Ellis, todos judíos. También a veces "correos"
                  de Rusia, que llegan para determinado objeto secreto o para recibir despachos de Recht y
                  Hourwich y transmitirlos a los hermanos rusos.

                  Se visan en el estudio de Recht los pasaportes norteamericanos y este se halla constantemente en
                  contacto con Moscú, conociendo a fondo todas las intenciones soviéticas con respecto a
                  Norteamérica. El principal objeto de las conferencias en el bufete de Recht es la propaganda
                  bolchevique en América. Personas como los Hillmann, Schlossberg Schlesinger, etc., son ,
                  únicamente agentes de enlace entre los soviets rusos y las asociaciones judías de obreros. Las
                  órdenes impartidas en Moscú son transmitidas de este modo a los judíos residentes en
                  Norteamérica para ser puestas en práctica.

                  Lógico es que el rabi Magnes tenga cabal conocimiento de todo cuanto a la Kehilla se refiere,
                  siendo el la cabeza visible de la mayor entidad política de razas existente en el mundo, con leyes y
                  métodos propios para alcanzar sus fines.

                  Pero los Schlossberg y compañía, no son, empero, los jefes principales, sino que se hallan en las







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