Page 33 - El judío internacional
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Norteamérica". El problema judío trocase, pues, en una cuestión norteamericana, quiérase o no.
¿Qué desarrollo adquirirá? Depende en gran parte de lo que aquí se pueda hacer, antes de que el
problema adquiera formas ásperas. El primer síntoma será probablemente una expresión de
desagrado contra los éxitos económicos judíos, especialmente contra la correlación de métodos con
que se alcanzaron. Observa nuestro pueblo la existencia de un pueblo dentro de otro en forma
jamás advertida ni con los mormones, y no querrá admitirlo. Los mormones se retiraron, en tanto
que Israel retorna a un nuevo Egipto para sojuzgarlo.
La segunda forma de antisemitismo que se acuse será indudablemente el sentimiento de aversión y
su generalización. Tal vez en el fondo la mayoría profese la norma recta: mas no por ello actuara
con la aconsejable prudencia. Una predisposición así, francamente admitida por judíos y no-judíos,
puede, en perjuicio en ambas partes, adquirir formas agudísimas, porque ni el sustentador ni el
objetivo de un prejuicio son susceptibles de asegurar la indispensable libertad espiritual que solo se
basa en un perfecto equilibrio del alma.
Partiendo de estos fundamentos es posible contar con una sana influencia de la justicia. Cuando
llegue la cuestión a este punto someterse globalmente el problema al fallo del justo criterio
norteamericano. Su innata justicia le ayudo aun en casos que al principio provocaron la indignación
del norteamericano. En nosotros la sentimentalidad es siempre de breve duración y deriva
rápidamente hacia el criterio racional y el juicio moral. El espíritu norteamericano no descenderá
jamás a guardar rencor contra individuos, sino que ahondara su criterio. Puede este hecho
comprobarse en las relaciones entre la Gran Bretaña y los Estados Unidos de América. Es
originalidad nuestra no reparar jamás en las personas, cuando se trata de cuestiones
fundamentales.
Se procederá luego a un concienzudo examen de los hechos que pueden permanecer durante
cierto tiempo fuera de la opinión publica, pero finalmente se dará con la clave del problema. Las
raíces de todos estos enigmas saldrán a la luz, y morirán, como todas las raíces que se arrancan de
las entrañas de la tierra. Será entonces tarea de los mismos judíos amoldarse a las nuevas
condiciones de vida. No se trata de que deban perder su peculiaridad, de que dejen morir sus
energías, no de que abandonen su pasado, sino que será preciso que encaucen todas estas
facultades por más limpios canales. Solo así podrán justificar su afán de cierto predominio. Una
raza que en la esfera de la vida material pudo conseguir lo que la judía consiguió – en cuya labor
hasta se creyeron sus hijos espiritualmente mas adelantados que los de otros pueblos, - deberá
cumplir su misión de una forma menos sospechosa y menos antisocial de lo que hasta el presente
lo hizo.
No se llegara a la extirpación de los judíos, pero tampoco se les seguirá permitiendo que continúen
sojuzgando a la humanidad bajo el yugo que tan hábilmente le han impuesto. Ellos son los
usufructuarios de un sistema que tiene que modificarse radicalmente en si mismo. Para justificar en
lo futuro su propia posición en el mundo, deberán modificarse a si mismos, encaminándose hacia
fines mas elevados.
"Obligaremos a los gobiernos cristianos a que adopten medidas favorables a nuestro vasto plan ya
t
cercano a su victorioso fin, en el sen ido de que hagan pacientar la exaltación de la opinión publica,
que nosotros, merced al periodismo omnipotente, ya tenemos efectivamente organizada. Con
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escasas excepciones, aquella se encuent a ya en nuestras manos".
(Tesis VII de "Protocolos de los Sabios de Sión")
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ÁBRESE VIA LIBRE EN LAS REVISTAS LA CUESTION JUDIA
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