Page 45 - El judío internacional
P. 45
por lo que sus hijos partirán pronto hacia Egipto, por mar o por tierra, para percibir el 10 %... El
judío en la Palestina sólo, por sí mismo se aniquilaría él y destrozaría su propio Estado". Es
indudable que el momento para una inmigración, y menos las causas fundamentales para ella, aun
no ha llegado.
El aspecto político de la cuestión judía, que hoy preocupa sin duda a tres grandes naciones
(Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos), tiene que habérselas con cuestiones de organización
t
nacional judía. ¿Debe es a esperar hasta conseguir su propio Estado en Palestina? O ¿es que
representa ya un Estado organizado? ¿Conoce el pueblo judío de la existencia de tal Estado?
¿Opone frente a los países no-judíos su propia política exterior? ¿Posee una Administración que
oriente y guíe esta política exterior? Ese Estado judío, si es que existe, ¿tiene un jefe de Estado
visible o invisible? ¿Un Gobierno? Y si algo existen de todo ello, ¿quién lo sabe?
La primera respuesta instintiva de todo no-judío a todas estas preguntas seria un categórico "no".
Es de no-judío contestar instintivamente. Puesto que el no-judío jamás fue educado en un clima de
misterios, ni en una comunidad invisible, arriba voluntariamente a la conclusión de que ni siquiera
puede existir la cuestión judía, aunque para ello no pueda aducir mas razonamiento que el de que
tales ocurrencias nunca cruzaron su camino, ni las vio jamás en la realidad.
Las anteriores preguntas, empero, requieren un análisis con razonamientos accesibles a todo
entendimiento. De no admitirse una consciente colaboración de los judíos, el poderío que
conquistaron y la política seguida por ellos no podrían resultar simplemente de una resolución
adoptada, sino producidos por una común predisposición de un carácter que se manifiesta en todos
ellos paralelamente. Puede decirse por ejemplo: puesto que su espíritu aventurero indujo al inglés
a hacerse a la mar, llego a ser el gran colonizador del mundo, es que se diera cabal cuenta de ello,
ni que resolviera hacerse gran colonizador, sino que la innata particularidad de su carácter le indujo
a tomar este camino. ¿Es, empero, suficiente explicación para razonar sobre el desarrollo del
imperio británico?
Es indudable que su innata predisposición les obliga a hacer allí adonde llegan lo que a nuestros
ojos tan particularmente les distingue. Mas, ¿explica esto las estrechas relaciones que unen estos
entre si a los judíos de todos los países, su conferencias internacionales, su extraña visión profética,
con respecto a sucesos extraordinarios – que con aniquiladora violencia se abaten sobre los demás
pueblos – ni el modo tan escrupulosamente preparado, por el que en un momento dado se
congregan en París para discutir sobre un programa mundial, a lo cual acceden todas las demás
naciones?
Primero, unos pocos, después las cancillerías secretas de los gobiernos, luego los mas ilustrados
elementos de los pueblos, y actualmente y poco a poco, también, las masas populares han ido
sospechando que los judíos no solo forman una nación muy netamente distinta de todas las demás,
cuya nacionalidad raramente les es vedado abandonar, pese a los muchos medios utilizados para
ello por propios y extraños, sino que forman también un Estado, con un sentido nacionalista en
extremo pronunciado, y que colaboran en intima unión, conscientemente, para su mutua protección
y para fines comunes. No debemos olvidar la definición de Teodoro Herzl, según la cual el pueblo
hebreo se considera unificado en la idea de un enemigo común, y preguntémonos si no es acaso
todo el mundo no-judío, ese enemigo común. ¿Y puede este pueblo, sintiéndose netamente tal,
permanecer desorganizado frente a este hecho? Esto concordaría muy mal con la reconocida
astucia de la raza. Cuando observamos como los judíos, no solo en los Estados Unidos, sino en
todos los demás países, están unidos entre si por las mas diversas organizaciones, que las
constituyeron tan habilidosamente que entre judíos y no judíos cunde la confianza mas completa en
ellas, no es obvio suponer que lo que haya realizado efectivamente también entre los países todos
del mundo entero.
45