Page 106 - Teodoro Herzl El Estado Judio
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EL ESTADO JUDÍO
niños, sefaraditas y ashkenazitas, jóvenes y viejos, encabezados por
el Dr. Rubén Birer. Un jovenzuelo me entrega un ramo de rosas. Bi-
rer pronuncia una alocución en alemán, Kaleb dice algunas palabras
en francés... Estoy emocionado.
Todos se apremian para tenderme la mano y gritan: “El año pró-
ximo en Jerusalem”. El tren parte...
24 de junio (Constantinopla).
Nevlinsky ha pasado todo el día de ayer con Yzzet y Noury Bey.
Según sus palabras he hecho muy buena impresión sobre ellos. Izzet
dijo que era un inspirado, el más elevado elogio para los musulma-
nes, y Noury agregó que soy un hombre extraordinario. Pero el ob-
jetivo principal de nuestro viaje, la audiencia en el palacio del Sultán,
no pudo realizarse.
1° de julio de 1896.
Baden cerca de Viena, en casa de mis padres.
El último día en el tren con Nevlinsky pasó lleno de sugestiones
interesantes. Tuvo la idea de proponer al Sultán que tomara el mo-
vimiento sionista bajo sus auspicios, proclamando a Palestina como
principado judío bajo su soberanía, con leyes propias, ejército, etc..
Los judíos pagarían un tributo anual de un millón de libras, que po-
dríamos asegurar inmediatamente por un empréstito. Me parece una
idea excelente...
5 de julio de 1896 (Londres).
Nuevamente en Londres. Esta vez un día hermoso y radiante. Lle-
gué un poco deprimido y la situación aquí contribuyó a mi abatimien-
to. Goldsmid se excusa; una inspección le impide abandonar maña-
na Cardiff. Pero la mañana de hoy fue mejor. Preparé mi discurso
para los “Macabeos” y envié el texto, parte por parte a Silvia de
Avigdor, para su traducción.
7 de julio de 1896.
Anoche fue la velada de los “Macabeos”. Con valor y energía
leí mi discurso. Gran éxito. Sigue una discusión; los argumentos
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