Page 43 - La Cocina del Diablo
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arruinaba en los consumidores su fuerza reproductora? Lamentablemente, ello se notó y cesó dicha
fabricación.
"He introducido en las queserías el cuajo artificial, hecho de sal de cocina y ácido bórico. Con
frecuencia se conservan los quesos en bórax".
"Para acelerar su maduración, he preconizado productos excelentes, principalmente el carbonato de
soda, el bicarbonato de soda, y el carbonato de cal. Es verdad que en ciertos países se ha prohibido la
conservación de quesos blandos en ácidos benzoicos, paraclorobenzoico y paraoxibenzoico, por sus sales y
sus esteres".
- Pero aquello no ha cambiado las costumbres en nada, dijo Belcebú.
- Para los quesos crudos, usamos bromatos. Envolvemos dichos quesos en papeles impregnados de
ácido sórbico y aceites minerales, para alejar los insectos. Trazas de metal arrancadas a los aparatos,
recipientes y papeles metálicos, penetran en la pasta del queso.
"El hermoso color rojo del queso de Holanda es la rosanilina, un derivado de alquitrán que contiene
arsénico".
- ¡Pero la corteza roja no se come! Hizo observar Sten.
- Está fuera de duda que ese colorante penetra en el queso, es más, el consumidor, pelando su porción,
transmite partículas de la corteza a la pasta del queso.
"Con frecuencia, se introduce estas bolas de queso en parafina coloreada de rojo y calentada a 120
grados. Este procedimiento, unido al sobrecalentamiento y a las fermentaciones, destruye las enzimas, las
vitaminas y los principios nutritivos".
El Diablo suspiró.
- He aquí lo que es bello y bueno, Azo, estoy muy contento. ¿Pero seguirá aburriéndome durante
mucho tiempo? ¡Usted no termina nunca!
- ¡Apenas estoy comenzando, Patrón! gritó Azo, contrariado. Aún me queda por hablar sobre las
verduras, las frutas, las papas, la carne, el pescado, las golosinas...
- ¡Ya es suficiente! Sé que Ud. es diligente, ¡Ahórreme la continuación!
- Pero nuestros invitados...
- Nosotros creemos en su palabra, dijo Francoise.
Dubitativo el Diablo meneó la cabeza:
- ¡Azo tiene razón! Esto no es suficiente. Ustedes nos creen, es verdad, pero ustedes no saben. Ahora,
ustedes deben estar informados, para estar convencidos. Hay que escuchar su conferencia hasta el final.
La Cocina del Diablo – Gunther Schwab 42