Page 203 - Mitos y cuentos egipcios de la época faraónica (ed. Gustave Lefebvre)
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212       MITOS Y CUENTOS EGIPCIOS DE LA ÉPOCA FARAÓNICA


     ponderé que) si ellos hubieran tenido a su disposición la vida y la salud49,
     ellos no habrían enviado los productos (de Egipto); /[2,30] ellos pues en­
     viaron (a) tus padres los productos (de Egipto) en lugar de la vida y la sa­
     lud. Pero Amonrasonter es el señor de la vida y de la salud, y era el señor
     de tus padres, que pasaron  su existencia sacrificando  a Amón. Tú tam­
     bién eres un siervo de Amón. Si tú dices a Amón: “Lo haré, lo haré”’’0, y
     tú cumples con su orden, vivirás, estarás sano, tendrás salud, y serás gra­
     to a tu país entero y (a) tus gentes. No codicies lo que pertenece a Amon­
     rasonter: ¡en verdad que un león ama su bien!51  Haz pues que se me trai­
     ga a tu escriba: yo /[2,35] lo enviaré a Smendes y Tentamón, los regentes
     que Amón ha dado al norte de su país, y ellos te harán traer todo aque­
     llo que es necesario32; yo lo enviaré a ellos, con este mensaje33. “Haz tra­
     er eso (aquí)34, hasta que yo regrese al sur35, y (entonces) actuaré de modo
     que se te entregue todo aquello que te debo, todo”». Así le hablé yo a él56.
     El puso la carta en manos de su mensajero, y cargó  (sobre una nave)  la
     quilla(?), la cabeza de delante, la cabeza de detrás57, y también cuatro vi­
     gas escuadradas, en total siete (piezas), que hizo enviar a Egipto.

     Elpríncipe hace abatir los árboles

        Entonces su mensajero, que había sido enviado a Egipto, volvió a mí
     en  Siria,  el  mes  primero  del  invierno.  Smendes  y  Tentamón  enviaron:
     /[2,40] cuatro jarras y un vaso-kakment de oro, cinco jarras de plata, diez
     piezas de tela de lino real, diez paquetes de buen lino del Alto Egipto, qui­
     nientos  (rollos)  de papiro de calidad superior, quinientas pieles de buey,
     quinientos cordones, veinte sacos de lentejas, y treinta cestos de pescado.


        49   Es decir, la bendición, bien superior a los bienes materiales, que los dioses otorgan ν que
     Unamón trae con la estatua de  Amón.  Para la construcción de  esta frase cfr.  W Till, ZAS 69
     (1933), p.  112.
          Fórmula  enérgica  de  asentimiento  (iry.i,  iry.i),  va  encontrada  más  arriba  1.  1,5.  Ya  la
     habíamos leído asimismo en Horus y Seth 2,9; 11, donde la traducíamos por «con gusto, con mucho
     gusto».
        r’1Esta frase tiene el aspecto de un proverbio.

        ^ Los fondos precisos  para comprar la madera. Literalmente, «las diferentes cosas  (exigi­
     das)» p i n ty nb.
         Lit. «para decir». Se apreciará que este mensaje no se dirige en realidad más que a uno de
     los dos regentes de Tanis, a Smendes (como se ve en el uso del sufijo mase. sing, en n.k y piy.k).
        M Lit. «Haz que sea traído» im i in.tw.f, el sufijo . f  (él) se relaciona con p í n ty nb «todo esto
     que es necesario».
         A Tebas, junto a Herihor.
        3íi Es decir:  tal es el contenido de mi mensaje a Smendes. El escriba del príncipe tuvo que
     redactar el mensaje en el momento en que Unamón le exponía el proyecto, lo que explica el em­
     pleo del pasado en la frase: «así le hablé yo». Sobre este pasaje, cfr.JB A  16 (1930), p. 231  (c).
        57   Se trata de las piezas de madera que servirán para fabricar las cabezas de carneros deco­
     rando la proa y la popa de la barca de Amón. El príncipe, contando con el dinero que Smendes
     ha de enviar a Unamón, organiza, pues, una primera expedición por madera.
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