Page 209 - Mitos y cuentos egipcios de la época faraónica (ed. Gustave Lefebvre)
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        ( iomo \ m querella deApopi o la Toma de Joppe, hace alusión a hechos que
     pertenecen a la historia, sin tener (en realidad) un fundamento histórico.
     Kl matrimonio de Ramsés II con la hija del rey de Khatti, Khattuchili, su
     antiguo adversario, debió impactar en la imaginación popular, tanto más
     que un documento famoso, la «Estela del Matrimonio», celebraba este acon­
     tecimiento en los templos de Karnak, de Elefantina, Abu Simbel, y posi­
     blemente también en otros lugares4. Se trataría pues de la reina Matnefe-
     rure,  la  esposa  extranjera  del rey  egipcio,  la  que  se  encontraría  en  este
     cuento  bajo  el  nombre,  apenas  modificado,  de Neferure;  solamente  se
     indica que era originaria, no de Khatti, sino de un lejano país —tan lejano
     que hacían falta diecisiete meses para llegar allí- al que se daba el nom­
     bre de «Bakhtan»; posiblemente este vocablo sea una deformación de la
     Bactriana5,  una  de las provincias  del inmenso imperio  aqueménida que
     los egipcios de entonces, fuera por amor propio o por ignorancia, consi­
     deraban  conquista y posesión  de  Ramsés  II  (alias Osymandias): Tácito
     (Annales II, 60) y Diodoro (I, 47) conocieron y repitieron esta leyenda.
        La  reina  Neferure  no  desempeña  sin  embargo  más  que  un  papel
     episódico en nuestro relato. Su hermana pequeña, la princesa Bentrech6,
     es la que ocupa el primer plano. Sufriendo una enfermedad de la que los
     médicos no acaban de liberarla, solicita a Tebas un «sabio», es decir, un
     mago, capaz de curarla. Este sabio, tras examinarla, se declara también in­
     competente. Pero al menos ha reconocido la naturaleza del mal y ha ofre­
     cido  un  diagnóstico:  la  joven  princesa  está  poseída,  y  sólo  un  dios  de
     Egipto podrá expulsar al espíritu maligno que la atormenta. La estatua de
     un dios llegará pues a Bakhtan, exorcizará al espíritu que la posee, y des­
     pués volverá a Tebas. Se supone que estos hechos tuvieron lugar entre el
     segundo mes del verano del año XXIII y el segundo mes del invierno del
     año XXXIII  del reinado de  Ramsés II, prolongándose en consecuencia
     durante un período de aproximadamente nueve años y ocho meses (véase
     más adelante, notas 25 y 45).
        Es posible que el relato del viaje a Bactriana de un dios sanador egipcio
     haya sido inspirado por el recuerdo, que el clero ha debido al menos con­
     servar, del viaje hecho bajo la dinastía XVIII por la diosa de Nínive, Ishtar,
     cuando vino a Egipto, enviada por Tushratta, rey de Mitanni, para ofrecer


        4   Las  diversas  ediciones  de  este  documento  han  sido  relacionadas  y  comparadas  por
     Ch. Kuentz, Ιλ  «Skie du marriage» de Ramsés II, en Annales S. des A., 25 (1925), p. 181. Cfr. más
     adelante, ñoras  16, 20,  21  y 23.  Asimismo existe una «versión abreviada» de esta estela, pro­
     cedente de Karnak y publicada por G. Lefebvre en Annales S. des A., 25 (1925), p. 34. Cfr. más
     adelante, notas 16, 21  y 22.
        3 La Bactriana, irrigada por el río Oxus, estaba en Jos confines de la India.
       6    Esta  palabra,  «Bentrech»,  no  es  un  híbrido  medio  semítico  (bnt,  hija)  medio  egipcio
     [rs(wt), alegría]: cfr. G. Posener, en BIFAO, 34 (1933), pp. 76-77. Se trata de un nombre propio
     de origen extranjero, muy posiblemente cananeo: Burckardt pensaba en bnt-rs[p], hija del (dios)
     Rechep (citado por Ranke, Die Agyp. Personennamen, p.  97).
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