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Capítulo Cuatro:  El regalo de la vida   | 151
 138|   En el Jardín de la Sabiduría  Capítulo Cuatro:  El regalo de la vida   | 135  renovación, tal como está escrito: “Ellas se renuevan   esto que la emuná perfecta en Hashem, y la emuná es   No existe ninguna otra forma de salvarse de todo   Natan en Likutey Halajot:  no existe la desesperación en
 hay más grande necio que el pecador, porque a la   estaba de un lado del río y todo el resto del mundo estaba   del pasado, y en especial de esa parte de la cual se sienten
 persona inteligente ni siquiera se le pasa por la cabeza   del otro lado, por así decirlo. Abraham tuvo que enfrentar a   menos orgullosos y que tanto les duele recordar. Declaren un
 la opción de transgredir.  grandes y poderosos adversarios, idólatras, etc. A primera   nuevo comienzo. Esa parte ya no les pertenece más. Nuestros
           vista,  uno  pensaría  que  esto  no  tiene  nada  que  ver  con              Sabios enseñan que uno puede literalmente ganarse su sitial
 Viejo  –  significa  que  la  persona  tiene  la  sensación   nosotros. Pero si nos fijamos bien, vamos a ver que la clave de   en el Mundo Venidero en un solo instante.
 de que es incapaz, de que no le va bien en nada, y   la felicidad radica en la capacidad de hacer caso omiso de lo
 piensa que ya hizo el intento y no tuvo éxito; que ya   que hacen los demás y concentrarse en lo que uno mismo tiene   De hecho, la Guemará nos da muchos ejemplos de personas
 se le pasó toda la vida y no le fue bien, que todo está   que hacer, en lo que Hashem espera de él, en las alusiones   que en un momento de declarar un valiente nuevo comienzo,
 perdido, que no tiene remedio. Esta persona perdió   que Hashem le hace todo el tiempo, en el camino por el que   y expresando su deseo de conocer a Hashem, cambiaron
 toda la esperanza de cambiar alguna vez e incluso si   lo conduce. Cada uno debe tener frente a sí la imagen del   completamente su nivel espiritual. Por ejemplo, Eleazar ben
 logra hacer algo, es con sensación de pesadez, como   Simple, al que no le iba bien en nada pero a pesar de todo no   Dordaiá  (Guemará, Tratado Avodá Zará 17a), que cometió terribles
 un viejo que apenas puede moverse.   se dejaba confundir por nadie y no se asustaba de nada, ya   pecados y luego se elevó al nivel de un tzadik perfecto gracias
           que tenía muy claro que no debía dejarse llevar por los demás.                a una decisión de un momento de que iba a corregir su
           Él sabía que tenía que fijarse únicamente en lo que él mismo                  conducta y vivir una vida decente. Por lo tanto, vemos que no
 No seas viejo  hacía, y en la forma en que Hashem lo conducía.                          existen motivos para perder la esperanza. ¡Lo único que hace
                                                                                         falta es comenzar de nuevo!
 ¡Qué dolorosa es la vejez! Esto es algo que podemos aprender
 de la historia de un joven que vino a verme hace un tiempo,                             ¡El mero intento de declarar un nuevo comienzo, de
 que se encontraba en muy mal estado espiritual. El joven me   “Y contarán para ustedes…”  renovarse, de sonreír de nuevo, de fortalecerse y no caer, es
 contó todos los problemas que había tenido, lo débil que se   Esto es lo que enseña Rabí Natan en Likutey Halajot (Leyes de   inmensamente preciado a los ojos de Hashem! Este es el mejor
 sentía, etc. Yo le dije así: “Tú eres muy joven. Tienes toda la   Pesaj 9:22):          consejo para sobreponernos a la “vejez” que amenaza con
 vida  por delante.  Te propongo  que hagas  borrón  y  cuenta                           apoderarse de nosotros.
 nueva”. El muchacho pensaba que ya era demasiado tarde
 para empezar de nuevo, y que las transgresiones que había   Eso  es  “Y  contarán  para  ustedes”  –  para  ustedes
 cometido eran demasiado graves, y que ya había hecho el   mismos, precisamente para ustedes mismos. O sea   La grandeza de la simplicidad
 intento y no lo había logrado, etc. Yo insistí en que él tenía   que cada uno tiene que contar la Cuenta del Omer,
 que empezar otra vez desde cero.  que equivale al concepto de fortalecimiento espiritual,   Se dice acerca del Simple: “Aquel que goza de la labor de
                                                                                         sus manos es más grande que el que tiene temor del Cielo”.
 Este muchacho, a pesar de ser muy joven en términos de   para sí mismo, tal cual es. Y no debe debilitarse   Para disfrutar de la obra de tus manos, tal como ocurría con
 edad, en realidad se comportaba como un viejo y ya había   pensando que sus congéneres son mucho mejores que   el Simple, es necesario ser absolutamente humilde. Dijeron
 perdido toda esperanza. No quería escucharme. Yo no podía   él, porque si bien es bueno pensar que los demás son   nuestros Sabios que la humildad es más importante que el
 fortalecerlo, porque no se puede fortalecer a alguien que cayó   mejores que uno mismo, si eso hace que uno no se   temor del Cielo y también nos enseñan que sin humildad, de
 en la vejez espiritual. Si él hubiera querido aprender el secreto   valore a sí mismo, entonces eso no es humildad sino   ninguna manera puede haber sabiduría. Por lo tanto, aquel
 de la renovación, ciertamente habría podido sobreponerse a   un sentimiento de superioridad.   que humildemente disfruta de la labor de sus manos se
 todas  las  dificultades.  De  hecho,  no  es  necesario  esperar  a   Está prohibido tener segundos pensamientos sobre   encuentra en realidad a un nivel espiritual superior a aquel
 caer del todo para renovarse, porque entonces resulta más   Hashem, porque quién sabe de dónde viene la otra   que teme a Hashem.
 difícil ponerse de pie. Cada persona tiene que acostumbrarse   persona y a qué lugar la conducen sus actos, ya que
 a renovarse todo el tiempo. Y tiene que tomar la decisión de   ninguna persona se parece a la otra. Aquel que quiere   El gozo que sentía el Simple con el zapato de tres puntas no
 que vuelve a nacer a cada momento.  salir de su impureza, que es todo el objetivo de la   era producto de la necedad. En absoluto. Él sencillamente
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