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236| En el Jardín de la Sabiduría Capítulo Siete: Cambio de rumbo | 229 público, el que pierde es el público. Eso fue precisamente lo sus propios intereses personales y el beneficio de todo el es que cuando se las pone a prueba, y tienen que elegir entre aunque no necesari
sabiduría, no había nada ni nadie que pudiera apartarlo del El hecho de que el Sabiondo se refiera a su propia sabiduría
camino de la integridad. A pesar de sus nuevos conocimientos, cuando habla acerca del rey demuestra que no es tan “sabio”
él siguió siendo la misma persona honesta e inocente del como piensa. Porque la persona verdaderamente sabia no se
principio. considera a sí misma sabia. Cuanto más uno sabe, más se da
cuenta de lo mucho que no sabe. Del mismo modo, cuanto
más uno se acerca a Hashem, más se da cuenta de lo lejos
Después, el Rey envió mensaje al Simple de que se presentara que está realmente de Él. Es por ese motivo que Rabí Najman
ante él, así que él viajó a ver al Rey. El Rey empezó a hablarle cita al Ari de bendita memoria, quien dice: “El epítome del
acerca de gobernar el estado y el Rey estaba sumamente conocimiento es saber que no sabemos nada”.
complacido, pues vio que el Simple gobernaba con rectitud El hecho de que el Sabiondo se niegue a anularse a sí mismo
y con una gran verdad, sin nada de corrupción ni de engaño. ante el rey es lo que hace sonar la alarma: ¡uno puede perder
Después, el Rey se puso a hablar acerca de distintas toda una fortuna de abundancia material y espiritual por
disciplinas intelectuales e idiomas, y el Simple le respondió culpa de la arrogancia! Esta persona le encuentra defectos a
de modo apropiado, y entonces halló mucho más favor aquellos que en realidad son mejores que él y encuentra todo
aún a los ojos del Rey. El Rey dijo: “Veo que es un hombre tipo de motivos para no acatar las palabras de los Sabios. Se
brillante… ¡y aun así se conduce con tanta simplicidad!”. burla de lo que dicen los tzadikim contemporáneos debido a
Esto resultaba muy gratificante para el Rey que ellos no pertenecen a su entorno en particular. Rechaza el
consejo que podría salvarle el matrimonio o el sustento debido
a que su ego no le permite admitir que el líder espiritual que
El rey disfrutó enormemente la reunión con esta persona está dando el consejo sabe mejor que él lo que tiene que hacer.
que, a pesar de su vasto conocimiento de idiomas y diversas
disciplinas intelectuales, seguía siendo una persona honrada, Por el contrario, la persona simple valora inmensamente la
inocente y humilde. Es sabido que la sabiduría, si se la utiliza oportunidad de escuchar las palabras de un sabio. Y si se le
mal, hace que la persona se vuelva soberbia. Y en el momento presenta la oportunidad de encontrarse con un tzadik cara
en que uno se vuelve soberbio, pierde toda la inocencia, toda a cara, no cabe en sí de alegría, pensando “¡Quién sabe el
la humildad y toda la honradez. Se transforma en una persona beneficio que obtendré al recibir el consejo de alguien tan
taimada y manipuladora, que está dispuesta a pisotear a todo piadoso y tan erudito!”. Esta persona se vuelve discípulo
el mundo con el fin de obtener alguna ganancia personal. cercano del rabino y guía espiritual, y le plantea todas sus
Y a pesar de todo, he aquí un increíble ser humano que, a preguntas y le pide su consejo en todas las fases de la vida.
pesar de sus vastos conocimientos, no obstante seguía siendo Él sabe que sus maestros –a quienes considera mucho más
humilde y honrado. Y entonces el rey lo elevó todavía más en sabios que él– lo van a conducir por el sendero de la emuná y
la escalera de la autoridad y del éxito: el crecimiento espiritual, cuya validez ya ha sido comprobada
en forma fehaciente. Aquel que tiene emuná simple no trata de
de modo que lo designó primer ministro. Le asignó un sitio “reinventar la rueda” con toda clase de matices e indagaciones
especial que sería su despacho y dio órdenes de construir un seudo-intelectuales que no lo llevan a ninguna parte.
extravagante palacio con murallas dignas de un ministro
semejante. El Rey le entregó una carta en la que se daba Imagínense solamente qué ocurriría si el Sabiondo se hubiera
testimonio de su designación como primer ministro. Y así fue: presentado ante el rey con sus vastos conocimientos, y sin