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242| En el Jardín de la Sabiduría Capítulo Ocho: El declive del Sabiondo | 255 # para levantarse. Y por eso el Sabiondo tuvo que despertarlo. Pero al no haber verdad, el mensajero no tenía motivos reales él también habría dado un salto de la cama al despertarse. verdadero en vez de haber s
Es evidente que una convocatoria por parte del rey no es Capítulo Ocho:
el momento indicado para hacerse el remolón. Entonces El declive del Sabiondo
¿por qué el Sabiondo no respondió de inmediato? Una vez
que examinemos sus pensamientos y sus sentimientos más
íntimos, vamos a descubrir que él sencillamente no creía
en el rey. De hecho, en medio de las nubes de su intelecto
desacertado, él tenía serias dudas acerca de la existencia Ahora bien: el Sabiondo, al recibir la carta del Rey, le
misma del rey… respondió al astuto mensajero que se la había entregado:
“Espera y pasa aquí la noche, y hablaremos del tema los dos
juntos”.
A la noche, le preparó una suntuosa comida, durante la cual
el Sabiondo se puso a racionalizar con su sabiduría y su
filosofía, diciendo así: “¿Qué es esto, que un rey como este me El Sabiondo, tras recibir la misiva del rey y leer que el rey
mande a llamar? Un rey como este que tiene todo un gobierno lo estaba invitando al palacio real, no se movió de su lugar.
y semejante grandeza, y yo, que soy una persona de tan En vez de cumplir con los deseos del rey, prefirió esperar,
bajo nivel y tan despreciable en comparación con un rey tan consultarlo con la almohada, analizar el tema y pensarlo dos
grandioso y tan temible como este. ¿Cómo es posible concebir veces. Esto fue una tremenda afrenta a la honra del rey.
siquiera que sea lógico que el Rey convoque a alguien tan
insignificante como yo? La precipitación muchas veces nos hace tomar decisiones
incorrectas. Es muy bueno tener cuidado y pensar las cosas
dos veces, pero no siempre.
Parecería que el Sabiondo estaba dando una muestra de Cuando la verdad es clara como el agua, uno tiene que decidir
humildad cuando se llamó a sí mismo: “una persona de tan y actuar en conformidad. Por ejemplo, si alguien se está
bajo nivel y tan despreciable”, mientras que al rey lo calificó ahogando o está atrapado en un edificio que se está incendiando,
de “grande y temible”. Pero su arrogancia se deja entrever no llamamos a una reunión de comité para analizar el tema,
en sus palabras de falsa humildad. Él buscaba una sola cosa: sino que hacemos todo lo que está humanamente a nuestro
inflar todavía más su ya de por sí enorme ego. El Sabiondo alcance por salvar una vida, aunque sea profanando el
se pregunta a sí mismo: “¿Cuál es este don tan fantástico que Shabat, ya que esa es la voluntad de Hashem. Siempre que
yo tengo y que el rey o sus asesores no tienen para que él me sabemos exactamente qué es lo que desea el “Rey”, o sea,
convoque?”. En otras palabras, el Sabiondo estaba dispuesto a cuando estamos frente a una oportunidad de cumplir con un
responder al llamado del rey únicamente si sentía que el rey lo precepto explícito de la Torá, no nos demoramos. Nuestros
necesitaba. Eso inflaría aún más su propio ego y le posibilitaría Sabios afirman en más de una ocasión en la Guemará que “los
comparecer ante el rey lleno de pompa y soberbia. ágiles corren a hacer mitzvot”.
Pero mientras el Sabiondo no pudiera establecer en su mente La ley judía exige que madruguemos y recemos a la hora
de qué manera él era superior al rey, no tendría interés en indicada. También se elogia a la persona que cumple de
responder a su convocatoria. De hecho, no quería hacer nada inmediato con los deseos de sus padres, ya que ese también
que no le alimentara el ego en forma directa. Rabí Natan de
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