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         244|   En el Jardín de la Sabiduría
 Capítulo Ocho:  El declive del Sabiondo   | 245  una pavada tan grande…  de un ministro asesor? Únicamente un papanatas va a creerse   diera a cada ciudadano la oportunidad de ocupar el puesto   dónde en toda la historia hubo una democracia idílica que le   de acuerdo en algo sin un líder que los coord
 El hecho de que el Sabiondo se refiera a su propia sabiduría   Torá está desperdiciando una oportunidad única de conocer   le construyeron los edificios en el lugar que había mandado el
 cuando habla acerca del rey demuestra que no es tan “sabio”   al Rey. Imagínense el sublime placer que se siente al conocer   Rey y él fue y aceptó su cargo con plena autoridad.
 como piensa. Porque la persona verdaderamente sabia no se   a un rey de carne y hueso, al ver sus suntuosas vestimentas,
 considera a sí misma sabia. Cuanto más uno sabe, más se da   al sentarse en un sillón en su espléndido palacio, al hablar con
 cuenta de lo mucho que no sabe. Del mismo modo, cuanto   él cara a cara. Pues bien: ningún mortal tiene la capacidad de   El hecho de que el Simple fuera capaz de aceptar su nuevo
 más uno se acerca a Hashem, más se da cuenta de lo lejos   concebir siquiera el indescriptible deleite de conocer al Rey   cargo con autoridad da testimonio de su genuina humildad.
 que está realmente de Él. Es por ese motivo que Rabí Najman   de Reyes, Quien ciertamente prodiga regalos invalorables a   La falsa humildad hace que la persona dude de su propia valía
 cita al Ari de bendita memoria, quien dice: “El epítome del   todos aquellos que Lo buscan. ¿Quién no va a alegrarse ante   y se menosprecie a sí misma. Una persona sin autoestima
 conocimiento es saber que no sabemos nada”.  la posibilidad de concretar un encuentro semejante?  jamás habría podido aceptar semejante cargo. Pero dado que
 El hecho de que el Sabiondo se niegue a anularse a sí mismo   Dice el Midrash que cuando Hashem quiso dar la Torá,   el Simple era realmente humilde, él era totalmente consciente
 ante el rey es lo que hace sonar la alarma: ¡uno puede perder   primero se dirigió a las naciones del mundo. Estas Le   de su sabiduría, sus talentos, su éxito y su valía personal sin
 toda una fortuna de  abundancia material y espiritual por   preguntaron: “¿Qué está escrito en la Torá?”. Hashem les dijo   por eso volverse arrogante.
 culpa de la arrogancia! Esta persona le encuentra defectos a   ciertos preceptos que prohibían sus pasiones físicas, por lo que   La diferencia entre la verdadera humildad y la falsa
 aquellos que en realidad son mejores que él y encuentra todo   no quisieron aceptarla, cada nación por un motivo diferente.   humildad es que la segunda hace que la persona dude de sí
 tipo de motivos para no acatar las palabras de los Sabios. Se   Pensemos un momento: ¿acaso hay una forma mayor de   misma, mientras que la primera no hace más que fortalecer
 burla de lo que dicen los tzadikim contemporáneos debido a   arrogancia y de insolencia que no sólo rehusarse a aceptar un   su  autoestima  y  su  confianza  en  sí  misma.  La  persona
 que ellos no pertenecen a su entorno en particular. Rechaza el   regalo del Rey sino para colmo pedirle a Él que abra el regalo   verdaderamente humilde depende de Hashem, no de sí
 consejo que podría salvarle el matrimonio o el sustento debido   para que uno pueda inspeccionar su contenido?  misma. Y por lo tanto es capaz de enfrentarse a cualquier
 a que su ego no le permite admitir que el líder espiritual que                           desafío.
 está dando el consejo sabe mejor que él lo que tiene que hacer.  Desde la época de nuestros antepasados, el pueblo judío
         ha servido a Hashem con emuná simple e incuestionable.                           Ahora podemos comprender lo que antes resultaba confuso:
 Por el contrario, la persona simple valora inmensamente la   Cuando Hashem les preguntó si querían recibir Su Torá, ellos   ¿cómo es posible que el Simple, quien hasta ahora había sido
 oportunidad de escuchar las palabras de un sabio. Y si se le   respondieron “naasé ve-nishmá” – haremos y escucharemos.   una persona tan suave, de repente se haya transformado en
 presenta la oportunidad de encontrarse con un tzadik cara   En otras palabras, primero cumpliremos con todos los   el ministro principal del rey, o sea, en una figura con tanta
 a cara, no cabe en sí de alegría, pensando “¡Quién sabe el   preceptos de Hashem y recién después haremos preguntas.   autoridad? La respuesta es que no perdió la compostura a
 beneficio  que  obtendré  al  recibir  el  consejo  de  alguien  tan   Esto es característico del Simple, quien actúa de inmediato al   pesar de sus nuevas responsabilidades. ¿Y de dónde obtuvo
 piadoso y tan erudito!”. Esta persona se vuelve discípulo   ser convocado por el rey, dejando a un lado todas las palabras   el poder para no perder la cabeza a pesar del tremendo
 cercano del rabino y guía espiritual, y le plantea todas sus   para después. Esta característica siempre ha sido el blanco de   éxito que alcanzó? La respuesta es que se lo atribuyó todo a
 preguntas y le pide su consejo en todas las fases de la vida.   los ataques de los herejes.  Hashem. Él llevó a cabo su tarea con total autoridad, pero sin
 Él sabe que sus maestros –a quienes considera mucho más                                  por eso dañar su humildad ni en lo absoluto.
 sabios que él– lo van a conducir por el sendero de la emuná y
 el crecimiento espiritual, cuya validez ya ha sido comprobada   Si es a causa de mi sabiduría, ¿qué soy yo comparado con el   Toda persona que ocupa un cargo de autoridad y que no hace
 en forma fehaciente. Aquel que tiene emuná simple no trata de   Rey? ¿Acaso él no tiene sus propios sabios? El Rey mismo   ejercicio de su autoridad tal como debería está fallándoles a
 “reinventar la rueda” con toda clase de matices e indagaciones   debe ser muy sabio, entonces ¿cómo es posible que me haya   sus subordinados. Allí donde no existe la debida autoridad,
 seudo-intelectuales que no lo llevan a ninguna parte.  convocado?”. Y estaba desconcertado por ese motivo.  se produce un caos. Por ejemplo, si un maestro se comporta

 Imagínense solamente qué ocurriría si el Sabiondo se hubiera                             como un compañero más de clase, entonces el aula va a ser un
                                                                                          circo, no un aula. La madre que no les exige a sus hijos que
 presentado ante el rey con sus vastos conocimientos, y sin                               ordenen los juguetes y no cuelguen la ropa en la soga para
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