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Capítulo Ocho: El declive del Sabiondo | 247
234| En el Jardín de la Sabiduría Capítulo Siete: Cambio de rumbo | 231 ulteriores ni engaño… conformidad con su genuina simplicidad sin motivaciones un caso, él decía: “Tú eres inocente y tú eres culpable” en Cuando se presentaban dos personas ante él para que juzgara misma pe
No debe sorprendernos entonces que toda la nación amara pasar el escrutinio más simple. El astuto mensajero del rey le Es evidente que una convocatoria por parte del rey no es
tanto al nuevo gobernador, que era una persona honesta, responde sin vacilar: el momento indicado para hacerse el remolón. Entonces
humilde y de conducta impecable. Él, por su parte, les ¿por qué el Sabiondo no respondió de inmediato? Una vez
prodigaba a todos su amor, y los trataba con gran paciencia. que examinemos sus pensamientos y sus sentimientos más
Como si fuera un libro abierto, él explicaba las razones de sus El mensajero astuto respondió: “¡Pero espera! ¡Yo te he traído íntimos, vamos a descubrir que él sencillamente no creía
veredictos a fin de instruir al pueblo en el camino de la verdad, una carta del Rey!”. en el rey. De hecho, en medio de las nubes de su intelecto
la justicia y el comercio leal. Ni por todo el dinero del mundo desacertado, él tenía serias dudas acerca de la existencia
iba a estar dispuesto a apartarse de la verdad. Todos sabían misma del rey…
de su rectitud y por lo tanto aceptaban de buena manera sus
decisiones. El astuto mensajero del rey, que todavía no se tragó el veneno
de la herejía del Sabiondo, le responde con simplicidad: “Dado
que te he traído una misiva del rey, ¿cómo puedes dudar? O A la noche, le preparó una suntuosa comida, durante la cual
sea, ¿de qué otro lugar va a provenir una carta así?”. el Sabiondo se puso a racionalizar con su sabiduría y su
y tenía también consejeros que lo amaban de verdad. Uno filosofía, diciendo así: “¿Qué es esto, que un rey como este me
de ellos, por amor, le aconsejó: “Siendo que ciertamente La carta del rey es una alegoría, es un símbolo de la Torá, mande a llamar? Un rey como este que tiene todo un gobierno
deberás presentarte ante el Rey –primero, porque te mandó a ya que la Torá es de hecho “una carta del Rey”. La Torá nos y semejante grandeza, y yo, que soy una persona de tan
llamar y segundo, porque se acostumbra que los gobernadores convoca a presentarnos ante Él. Al realizar y observar los bajo nivel y tan despreciable en comparación con un rey tan
se presenten ante él– si bien tu conducta es ejemplar en la preceptos del Rey, nos estamos uniendo a Él, ya que Su Luz grandioso y tan temible como este. ¿Cómo es posible concebir
forma en que diriges el estado, no obstante, es propio del Rey Divina está oculta dentro de cada uno de los preceptos de la siquiera que sea lógico que el Rey convoque a alguien tan
expresarse con sofisticación y hablar en otros idiomas. Por lo Torá. insignificante como yo?
tanto, es apropiado y respetuoso que sepas responderle al Rey.
Por eso, sería bueno que te enseñe disciplinas intelectuales e El corazón del Sabiondo estaba torcido. En términos simples:
idiomas”. él ha decidido negar la existencia del rey. Admitir que existe Parecería que el Sabiondo estaba dando una muestra de
un rey en el mundo implicaría que hay alguien en el mundo
más importante o más inteligente que él. Y eso era algo que humildad cuando se llamó a sí mismo: “una persona de tan
él de ninguna manera podía hacer, así que simplemente negó bajo nivel y tan despreciable”, mientras que al rey lo calificó
El Simple decidió que la idea era aceptable, diciendo: “¿Qué la existencia del rey. Ahora, la mente y la lógica retorcidas del de “grande y temible”. Pero su arrogancia se deja entrever
tiene de malo aprender disciplinas intelectuales e idiomas?”. Sabiondo se pierden por completo tratando de demostrar que en sus palabras de falsa humildad. Él buscaba una sola cosa:
De inmediato pensó en las palabras de su amigo, el Sabiondo, tiene razón: inflar todavía más su ya de por sí enorme ego. El Sabiondo
respecto a que le resultaría imposible (al Simple) alcanzar el se pregunta a sí mismo: “¿Cuál es este don tan fantástico que
nivel de él (del Sabiondo). Y ahora iba a alcanzar el nivel de yo tengo y que el rey o sus asesores no tienen para que él me
sabiduría del Sabiondo convoque?”. En otras palabras, el Sabiondo estaba dispuesto a
El Sabiondo le preguntó: “¿Acaso recibiste la carta responder al llamado del rey únicamente si sentía que el rey lo
En ningún momento el Simple tuvo la menor duda de que directamente del Rey?”. necesitaba. Eso inflaría aún más su propio ego y le posibilitaría
Hashem dirige el mundo y que, por lo tanto, le podía dar todo comparecer ante el rey lleno de pompa y soberbia.
lo que quisiera, incluyendo el nivel de sabiduría del Sabiondo, Él respondió: “No, alguien me entregó la carta en nombre del
en un abrir y cerrar de ojos. Por eso, Hashem dirigía la vida Rey”. Pero mientras el Sabiondo no pudiera establecer en su mente
del Simple de acuerdo con su nivel de emuná: dado que creía Entonces él le dijo al mensajero: “Ves entonces con tus de qué manera él era superior al rey, no tendría interés en
con total emuná que Hashem podía hacerlo todo, ¡Hashem le propios ojos que lo que digo es cierto, que no existe un Rey en responder a su convocatoria. De hecho, no quería hacer nada
demostró que tenía razón! absoluto”. que no le alimentara el ego en forma directa. Rabí Natan de