Page 101 - Auge y caída del antiguo Egipto
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de  la  herencia.  Como  tal,  exigía  un  despliegue  arquitectónico  nuevo  y  audaz.
               Así,  los  ingenieros  y  constructores  de  Seneferu  se  pusieron  a  trabajar  en  un

               monumento diseñado para superar todo lo que se había intentado hasta entonces.

               Aunque seguía la forma básica de la Pirámide Escalonada de Necherjet, la de
               Meidum tenía una escala mucho más grandiosa, elevándose en ocho gigantescos

               escalones (frente a los seis de la de Necherjet) hasta una altura equivalente a una

               vez  y  media  la  de  su  predecesora.  En  una  nueva  ruptura  con  la  tradición,  se

               abandonó  el  modelo  empleado  en  el  complejo  de  edificios  que  rodeaban  la
               Pirámide Escalonada en favor de un plano alargado, con los diversos elementos

               arquitectónicos emplazados a lo largo de un eje. Dicho eje partía hacia el este

               desde  la  misma  pirámide,  a  través  de  un  pequeño  templo  y  una  calzada  de
               piedra, hasta llegar a un «templo del valle»* situado en la linde de los terrenos

               de cultivo. La orientación este-oeste, que reemplazaba a la orientación norte de

               los monumentos reales de la III Dinastía, tampoco era un hecho casual: el último

               viaje de Seneferu reflejaría conscientemente el curso del Sol en el cielo, desde su
               salida por el este hasta su puesta por el oeste. En su calidad de «dios perfecto»,

               el rey se asociaba así públicamente a la suprema divinidad y fuente de toda vida.

                  Pero ni siquiera eso bastaba para un soberano de la jactanciosa ambición de
               Seneferu.  Cuando  llevaba  aproximadamente  una  década  en  el  trono,  con  la

               pirámide de Meidum casi completada, el rey se embarcó en un proyecto aún más

               audaz. Una vez más, eligió un lugar todavía virgen (la actual Dahshur) situado
               en el extremo sur de la gran necrópolis de Menfis. Quizá de manera deliberada,

               el emplazamiento elegido estaba al alcance de la vista de la Pirámide Escalonada

               de Necherjet. Sin embargo, como si pretendiera pregonar el mensaje de que se
               había  iniciado  una  nueva  era,  Seneferu  planeaba  construir  una  forma  de

               monumento  completamente  nueva:  la  primera  pirámide  auténticamente

               geométrica de Egipto. El sutil simbolismo solar del complejo de Meidum sería

               reemplazado ahora por la representación patente de un rayo de sol, traducido en
               piedra  a  una  escala  monumental.  El  nombre  de  la  pirámide  de  Dahshur,

               Aparición, utilizaba la misma palabra que se empleaba para referirse a la salida
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