Page 111 - Auge y caída del antiguo Egipto
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minutos, durante diez horas al día.
                  A pesar de su escala sobrehumana, el monumento de Jufu no dejaba de ser una

               hazaña  profundamente  humana  y  plenamente  dentro  de  la  capacidad  de  los

               antiguos egipcios. Diversos cálculos y experimentos prácticos han mostrado que
               habrían bastado dos dotaciones, o cuatro mil hombres, para extraer, arrastrar y

               colocar los más de dos millones de bloques de piedra con los que está construida

               la  pirámide.  Quizá  se  requiriera  un  número  de  hombres  equivalente  para

               construir y mantener las inmensas rampas que llevaban de la cantera principal
               hasta la pirámide, y que ascendían por los lados del monumento conforme este

               iba  ganando  altura.  Otro  ejército  de  operarios  trabajaba  duramente  entre

               bastidores  para  mantener  en  funcionamiento  todo  el  proceso:  carpinteros  que
               fabricaban  las  plataformas  para  arrastrar  los  enormes  bloques  de  piedra;

               aguadores que lubricaban el paso de las plataformas por las pistas de madera y

               barro;  ceramistas  que  elaboraban  los  jarros  de  los  aguadores,  además  de  las

               vasijas necesarias todos los días para almacenar, cocinar y beber; herreros que
               forjaban  y  reparaban  los  cinceles  de  cobre  para  los  canteros;  panaderos,

               cerveceros  y  cocineros  que  abastecían  a  todo  el  personal,  etcétera.  Aun  así,

               probablemente  el  número  de  personas  empleadas  en  el  proyecto  de  la  Gran
               Pirámide no debió de ser en ningún momento muy superior a las diez mil.

                  Solo  un  contingente  relativamente  pequeño  de  canteros,  topógrafos,

               ingenieros  y  artesanos  especializados,  junto  con  sus  esposas  e  hijos,  vivían
               permanentemente, durante todo el año, en el emplazamiento de la pirámide. A la

               mayoría  de  los  trabajadores  se  les  empleaba  de  forma  temporal,  trabajando

               durante un período de varios meses para regresar luego junto a sus familias en
               pueblos y ciudades de todo Egipto. La «colonia de la pirámide», en la que se

               alojaba a estos trabajadores no cualificados, revela detalles fascinantes sobre su

               vida  cotidiana.  Durante  la  construcción  de  la  Gran  Pirámide,  el  poblado

               principal, llamado Gerget Jufu («Poblado de Jufu»), estaba situado junto a los
               campos de cultivo, cerca del «templo del valle» de Jufu. Grandes cantidades de

               fragmentos de cerámica, carbón, cenizas y huesos de animales indican que fue
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