Page 163 - Auge y caída del antiguo Egipto
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habitual en la pauta normal de asimilación completa. Evidentemente, su estatus
en la sociedad como valientes guerreros se veía reforzado por el mero hecho de
su etnicidad nubia. En tiempos de guerra, los viejos prejuicios se disipaban; la
civilización egipcia se estaba transformando desde dentro de maneras
inesperadas.
El sucesor de User sería precisamente el hombre que Gebtu necesitaba: el
nuevo nomarca, un hombre llamado Tyauty, era el líder más decidido que
podrían haber deseado sus reales señores. Las hazañas de Tyauty en la
resistencia a la expansión tebana, grabadas en la pared de un remoto barranco del
Desierto Occidental, no han salido a la luz hasta una fecha relativamente
reciente. La inscripción nos habla de su heroica lucha por mantener las rutas del
desierto abiertas a las fuerzas heracleopolitanas y de su implacable oposición a
Tebas. Calificándose a sí mismo como «el confidente del rey en la estrecha
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puerta del desierto del Alto Egipto» —un título deliberadamente opuesto a las
pretensiones de Intef—, Tyauty planteó un desafío directo a su oponente tebano.
Los dos bandos sabían que las rutas del Desierto Occidental a través de la gran
«curva de Qina» constituían el objetivo clave; en manos tebanas, Abedyu y todo
el Egipto Medio serían vulnerables a cualquier ataque, y en manos de
Heracleópolis, los principales centros de población de Tebas oeste quedarían
peligrosamente desprotegidos. Debió de representar un duro golpe para la moral
de Gebtu que el sucesor de Intef el Grande como líder de Tebas, otro Intef (no
cabe duda de que la popularidad del nombre en aquella época puede dar lugar a
confusión), se hiciera con el control de una importante cima montañosa desde la
que se dominaba la principal ruta del desierto, cerrándola de hecho al tráfico. La
respuesta de Tyauty fue tan inmediata como inspirada: se limitó a abrir otra ruta
paralela, situada más al norte a corta distancia, cuyo extremo oriental se asentaba
en la seguridad del territorio de Gebtu. En sus propias palabras: «Lo hice para
poder cruzar esa región montañosa que había cerrado el gobernador de otra
provincia». 8
Pero el éxito de Tyauty sería efímero. Irónicamente, su decisiva acción de