Page 76 - Auge y caída del antiguo Egipto
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jamás exactamente cómo, cuándo y dónde surgieron por primera vez los
jeroglíficos, pero las evidencias apuntan cada vez más a un acto de invención
deliberado. La escritura egipcia más antigua descubierta hasta la fecha es la que
figura en unas etiquetas de hueso de una tumba predinástica en Abedyu, la
sepultura de un soberano que vivió más o menos unos ciento cincuenta años
antes que Narmer. Estas breves inscripciones empleaban ya signos plenamente
formados, y el propio sistema de escritura mostraba la complejidad que
caracterizaría a los jeroglíficos durante los 3.500 años siguientes. Los
arqueólogos discuten acerca de si habría que atribuir a Egipto o a Mesopotamia
el mérito de inventar la propia idea de la escritura; pero Mesopotamia,
especialmente la ciudad meridional de Uruk (la actual Warka), parece ser la
candidata mejor situada. Es probable que la idea de la escritura llegara a Egipto
junto con otra serie de influencias mesopotámicas en los siglos anteriores a la
unificación; el concepto, pero no el sistema de escritura en sí. Los jeroglíficos se
adaptan tan perfectamente a la lengua del antiguo Egipto, y los signos
individuales reflejan tan obviamente el peculiar entorno natural de los egipcios,
que sin duda fueron el resultado de un desarrollo autóctono. Cabe imaginar a un
inspirado genio en la corte de uno de los soberanos predinásticos de Egipto
reflexionando sobre los extraños signos que llevaban ciertos objetos importados
de Mesopotamia —reflexionando sobre ellos y sobre su evidente uso como
transmisores de información—, y diseñando luego un sistema equivalente para la
lengua egipcia. Esto puede parecer descabellado, pero la invención del alfabeto
coreano (por parte del rey Sejong y sus consejeros) en el año 1443 proporciona
un paralelismo reciente, y lo cierto es que no hay muchas más explicaciones
enteramente convincentes para la súbita aparición de una escritura jeroglífica
plenamente desarrollada.
Fueran cuales fuesen las circunstancias de su invención, el caso es que los
primeros gobernantes de Egipto se apresuraron a adoptar la escritura,
reconociendo su potencial, sobre todo, para la gestión económica. En el contexto
de unos reinos rivales interesados en expandir sus esferas de influencia, la