Page 78 - Auge y caída del antiguo Egipto
P. 78
totalmente distinta de lo que uno podía suponer si hacía caso de la propaganda
oficial. Para el consumo interno, el gobierno egipcio mantenía una ficción de
espléndido aislamiento. Según la doctrina real, el papel del rey como defensor
del territorio egipcio (y de todo el conjunto de la creación) implicaba la
correspondiente derrota de los vecinos de Egipto (que representaban el caos).
Para inspirar y fomentar un sentimiento de identidad nacional, a la élite
gobernante le convenía —como han descubierto todos los líderes a lo largo de la
historia— presentar a todos los extranjeros como enemigos. Así, una etiqueta de
marfil de la tumba de Narmer muestra a un dignatario palestino inclinado
rindiendo homenaje al rey egipcio. Pero al mismo tiempo, en el mundo real,
Egipto y Palestina estaban muy ocupados comerciando mutuamente. La
ideología xenófoba enmascaraba, pues, la realidad práctica. Esto debería servir
de advertencia para el historiador del mundo antiguo: desde los tiempos más
remotos, los egipcios se mostraron adeptos a dejar constancia de las cosas tal
como ellos querían que se viesen, y no como eran en realidad. Así, la lectura de
los registros escritos, por más que indudablemente útil, requiere de un
meticuloso tamiz, y siempre debe contraponerse a las desnudas evidencias
desenterradas por la pala del arqueólogo.
Mientras que la relación de Egipto con Oriente Próximo fue, desde un primer
momento, contradictoria y compleja, su actitud con respecto a Nubia —la zona
del valle del Nilo situada al sur de la primera catarata— resultó ser mucho más
sencilla… y dominante. Antes del comienzo de la I Dinastía, cuando los reinados
predinásticos de Cheni, Nubt y Nejen estaban alcanzando un papel
preponderante en Egipto, en la Baja Nubia (esto es, la Nubia septentrional) se
estaba produciendo un proceso similar, centrado en las poblaciones de Seyala y
Qustul. Con su sofisticada cultura, sus sepulturas reales y su comercio con los
territorios vecinos, incluido Egipto, la Baja Nubia exhibía todas las
características de una civilización incipiente. Pero no llegaría a desarrollarse. En
este caso, las evidencias escritas y arqueológicas narran la misma historia: una
historia de conquista y sometimiento por parte de Egipto. Los primeros