Page 77 - Auge y caída del antiguo Egipto
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capacidad de registrar la propiedad de bienes y de comunicar esa información a
otros constituía una innovación maravillosa. De inmediato, en las provisiones
que entraban y salían del erario real empezó a grabarse el monograma del rey (su
nombre, Horus). Otros envíos, destinados a su tumba, llevaban etiquetas
adjuntas, en las que se registraba no solo su propiedad sino también otros
detalles importantes, tales como el contenido, la cantidad, la calidad y la
procedencia. La escritura, que se había desarrollado como instrumento contable,
halló una acogida entusiástica entre los egipcios, de mentalidad burocrática. A lo
largo de toda la historia del antiguo Egipto, el dominio de la lectura y la escritura
se reservaría a una reducida élite en el núcleo del gobierno. Ser escriba —es
decir, ser capaz de leer y escribir— equivalía a tener acceso a los resortes del
poder. Obviamente, esa asociación se estableció ya desde un primer momento.
No cabe duda de que la escritura transformó el comercio internacional.
Muchas de las etiquetas de las tumbas reales de Abedyu —cuyas miniaturas de
rituales regios constituyen una importante fuente de información sobre los
inicios de la cultura faraónica— se adjuntaron inicialmente a jarras de aceite de
primera calidad importado de Oriente Próximo. Durante la I Dinastía hubo un
fuerte aumento de dichas importaciones, que cabe relacionar con el
establecimiento de avanzadillas y bases comerciales egipcias en toda la zona
meridional de Palestina. En yacimientos como Nahal Tillah y Tel Erani, en la
actual Israel, diversas piezas importadas de cerámica egipcia (algunas con el
monograma de Narmer grabado en ellas), otras de cerámica de producción local
pero imitando el estilo egipcio, e improntas de sello con jeroglíficos, dan
testimonio de la presencia de funcionarios egipcios en el corazón de una región
productora de aceite y vino. En las fuentes del río En Besor, cerca de la actual
Gaza, la corte egipcia estableció su propio centro de suministro para reabastecer
a las caravanas comerciales que utilizaban la ruta costera entre Palestina y el
delta del Nilo.
Bajo el patrocinio del Estado, las relaciones internacionales de Egipto
entraron en un nuevo período de dinamismo. Pero esa era una realidad