Page 154 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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Escenas de la oinochóe de Tragliatella. (Palazzo dei Conservatori, Roma.)


           A todo esto podemos añadir nuestra ignorancia acerca de muchos aspectos sobre
        la intendencia militar, sobre las posibles máquinas bélicas, en suma, sobre todas las
        exigencias y necesidades que precisaba un ejército (soldada, equipos médicos, armas
        de reserva, utillaje, control de prisioneros, etc.).
           Parece indudable, según podemos deducir de determinados autores clásicos y de
        diferentes objetos arqueológicos, que por debajo del ejército de la ciudad existieron
        otros a nivel de clan o genos, esto es, ejércitos armados a expensas de grupos sociales
        más restringidos que lo que significaba una ciudad.  Según Tito Livio (II, 48) y Dio­
        nisio  de Halicarnaso (IX,  15), las luchas  de los Fabios romanos  contra la ciudad de
        Veyes tuvieron mucho de asunto familiar, por lo que no es impensable que también
        determinados grupos aristocráticos etruscos combatieran con ejércitos propios. La oi­
        nochóe de Tragliatella, de finales del siglo vil a.C., presenta siete hoplitas reagrupados
        en torno a su jefe Mamarce, todos protegidos con escudos decorados con el mismo
        epísemon o emblema (un prótomo de jabalí) y armados con tres venablos. Tal tropa
        puede representar perfectamente a un grupo gentilicio, ambientado en el contexto de
        un rito funerario, según deja deducir la serpiente figurada en la base del recipiente.
        Detrás de ellos se halla desnudo el servidor del jefe, portando el emblema de su po­
        derío (un largo bastón).
           Asimismo, otra oinochóe etrusco-corintia (hoy en Toronto) presenta una temática
        similar: los seis combatientes que aparecen en ella blanden lanza y espada (tal vez sea
        un hacha) y todos  están protegidos  con escudos  de idéntico epísemon, consistente
        en un penacho.
           Un ánfora etrusca de figuras negras, un siglo más tardía, procedente de Tarquinia,
        representa un asalto por parte de unos guerreros cuyos escudos tienen, igualmente,
        los mismos  emblemas,  hecho  que refuerza la hipótesis  de la existencia de  ejércitos
        particulares.
           Se ha discutido también si los etruscos conocieron o no, como antes se indicó,
        los duelos heroicos. Las representaciones que han llegado sobre tal asunto, aunque
        obedecen a la iconografía griega, que sí conoció aquel tipo de luchas personales, no


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