Page 155 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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dejan ninguna duda sobre el particular, admitiéndose, pues, la existencia de comba­
       tes  entre héroes  etruscos.  Sin necesidad de  acudir a los relieves de  Chiusi,  a los de
       Murlo o a la estela de Monte Qualandro, un pequeño kyathos de bucchero, de la ne­
       crópolis caeretana de San Polo, depositado en el Museo de Villa Giulia de Roma, nos
       testimonia dicho tipo de luchas. En el indicado vaso aparecen dos jefes de clan o li­
       naje que se enfrentan entre sí, lanza en ristre, disputándose quizá la posesión de ani­
       males, circunstancia evocada por la imagen de algunos de ellos que allí aparecen fi­
       gurados.
          Igualmente se puede reconocer un duelo en la escena central de una gran fíbula
       de disco, labrada en oro, de la necrópolis de Ponte Sodo (Vulci), hoy en Múnich, en
       la cual se enfrentan dos guerreros, tocados con yelmo y armados con espada corta y
       escudo.
          Otras representaciones con ejércitos de clan pueden verse en un sarcófago de la
       necrópolis de Sperandio,  en Perugia.  En el mismo,  se hizo figurar el desfile de  tres
       hombres barbudos —posiblemente de origen umbro—, atados por el cuello y guia­
       dos por un joven que porta la insignia del poder, un bastón. Les siguen dos mujeres
       y ocho hombres,  todos  armados  con armas ofensivas, guiando mulos  de carga,  ca­
       bras y bueyes. J.-R. Jannot interpreta la escena como el desfile victorioso de una clan
       de Chiusi que, mediante las armas, habría logrado establecerse en Perugia.
          La presencia de animales en muchas de las escenas puede evaluarse en el sentido
       de aceptar la práctica del robo de ganado como una de las causas más corrientes de
       las guerras arcaicas mantendidas entre las ciudades etruscas. No debe olvidarse, por
       otro lado, que los dioses y héroes griegos se dedicaban, según sabemos por la mito­
       logía, al robo de ganado.
          En la guerra privada de los Fabios contra Veyes, Tito Livio también recuerda el
       intento de captura de animales por parte de los romanos, hecho que les habría signi­
       ficado, entre otras circunstancias, la derrota.
          Junto  a esta temática de  guerras privadas —y en buena parte para testimoniar­
       las— los artistas etruscos también plasmaron una serie de representaciones que pue­
       den interpretarse como cortejos o desfiles victoriosos (pompae) de ejércitos particula­
       res. Se trata en todos los casos de desfiles de caballeros y hoplitas reagrupados en uni­
       dades  tácticas  que  siguen  a una biga  sobre  la cual  aparece  montado  el jefe  (caput
       gentis), equipado con la totalidad de sus armas.
          Aunque derivan de escenas griegas (piénsese, por ejemplo, en la partida del guerrero
       Anfiarao), pronto se alejaron del mito helénico y se centraron en temáticas locales. Las
       más antiguas representaciones de desfiles militares se fijaron a finales del siglo vil a.C. so­
       bre dos huevos de avestruz, localizados en la Tomba d’Iside (Vulci), ejemplares hoy con­
       servados en el British Museum, y sobre una pyxís de Chiusi, hoy atesorada en Florencia.
       Tal temática también sería plasmada, durante el siglo vi a.C., en vasos de bucchero y en
       placas de terracota que adornaban las comisas de algunos templos (Tuscania, Caere, por
       ejemplo). No debe extrañar que tales pompas militares aparezcan como ornamentación
       templar, si se tiene en cuenta que muchos de los templos etruscos (Tarquinia, Arezzo,
       Veyes) se significaban por su «coloración gentilicia», esto es, por estar tutelados y contro­
       lados por familias aristocráticas, de entre las cuales se designaba a los sacerdotes.
          En el siglo v a.C., por razones derivadas de la propia autonomía política de las
       ciudades y del control de territorios fuera de las fronteras específicamente etruscas,
       los enclaves urbanos comenzaron a disponer de ejércitos propios que pondrían fren­
       te a itálicos, latinos y colonos griegos.

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