Page 241 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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Museum.  Han llegado, sin embargo, bastantes figurillas de bronce representando a
        discóbolos etruscos, en su mayoría del siglo v a.C., si bien dispuestos en posiciones
        estáticas, apenas sin movimientos atléticos. No ocurre así en las pinturas sobre cerámi­
        ca, caso de dos célebres bydriai, halladas en Orvieto (una conservada en tal localidad y
        otra en Viena), con la figuración de sendos discóbolos, de bastante calidad gráfica.
            Por lo que respecta al lanzamiento de la jabalina —arma también de carácter gue­
        rrero—, poseemos representaciones de tal prueba atlética no sólo en la precitada án­
        fora del Pittore di Micali, sino también en singulares bronces, como el del Lanzador de
        jabalina, hallado en Caere y hoy atesorado en el Museo del Louvre que, aunque ha
        llegado sin su brazo derecho y sin la jabalina, constituye una excepcional obra, dada
        la calidad de su diseño y ejecución plástica. Este tema del lanzador de la jabalina
        también aparece en las pinturas de la  Tomba della Scimmia de Chiusi y de la  Tomba
        del Guerriero.
           Una estatuilla de bronce de finales del siglo v a.C., conservada en el Museo Ci­
        vico de Bolonia, permite aventurar también la práctica del lanzamiento de peso. Al
        tratarse de un unicum,  debe deducirse que tal deporte contó con muy pocos segui­
        dores.



        Carreras de velocidad y  defondo
           Los etruscos practicaron también las carreras a pie, pero no las disputaron, al pa­
        recer, en estadios deportivos, puesto que hasta el momento presente la Arqueología
        no ha detectado ninguno de ellos en ciudades etruscas.  Debemos suponer que ten­
        drían lugar en sitios preparados para la ocasión. Dichas carreras, de acuerdo con la in­
        formación figurativa que nos ha llegado, fueron de velocidad y de fondo y, en algu­
        nos casos, ambas a la vez.
           Las representaciones permiten precisar, al examinar con detalle la postura de los
        brazos y piernas de los competidores, si se trata de corredores de carreras de una o de
        otra especialidad. El esfuerzo nervioso y contenido denota a los velocistas, mientras
        que una mayor musculatura y disposición reposada señala a los fondistas.
           La más interesante representación etrusca de una carrera a pie se halla en la Tom­
        ba delle Olimpiadi de Tarquinia,  que  figura una prueba de velocidad.  Asimismo,  en
        Chiusi, en dos tumbas hoy perdidas (Poggio Gaiella y Poggio al Moro), se figuraron
        también carreras pedestres. En las copias que se pudieron hacer se ve la salida de la
        carrera, con los participantes dispuestos en la misma línea, esperando la señal de par­
        tida que va a dar un árbitro (tevarath, en etrusco) situado ante ellos. La disposición de
        los atletas hace presumir que se trata de una carrera de fondo.
           Asimismo, un cipo de Chiusi presenta de modo muy claro tal tipo de competi­
        ción, que se repitió en numerosas cerámicas (ánforas de figuras negras de Tarquinia)
        y en espejos de bronce.



        Salto de longitud

           Otro deporte practicado fue el salto de longitud, pero en la modalidad de salto
        estático, sin impulso previo, o si se quiere, a pie juntillas, según han revelado un es­
        pejo de Chiusi y una gema conservada en París.

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