Page 272 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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Elpecio tirrénico de la isla del Giglio
En las costas italianas también se han localizado restos de naufragios comerciales
que tuvieron lugar en tiempos etruscos, destacando por su interés el de la Torre Ba-
ratti (Populonia), con restos lígneos de una nave del siglo ex a.C., el del promontorio
del Circeo (P. A. Giaufrotta), del que se han recuperado ánforas vinarias y vajilla de
mesa, aceites perfumados y metales en bruto, y, sobre todo, el de la rada de la isla del
Giglio (M. Bound).
Los materiales de este último pecio (hoy en el Museo Arqueológico de Florencia)
son de gran interés, sobre todo por el elevado número de cerámicas recuperadas —
copas jónicas, kántharoi de bucchero etrusco, arybaUoi con restos de aceites perfuma
dos, tanto de procedencia corintia como laconia y etrusca, oinochóai, un kóthon corin
tio, ánforas de transporte fenicias, etruscas (130) y griegas (de Samos y Clazomenes),
vasos, y varias lucernas de tipo greco-oriental.
La nave que naufragó transportaba, asimismo, productos alimentarios (entre
ellos, piñones y aceitunas), lingotes de metal (cobre, hierro, plomo con contraseña),
objetos de lujo (dos piezas de ámbar), elementos de tipo militar (yelmo corintio de
corado, puntas de flecha).
Otros objetos localizados aluden directamente al tipo de vida aristocrática que
hubo de llevar el naúHeros, que ejercitaba las empória en su propia nave oneraria, en
tre ellos, un servicio de escritorio (formado por una pequeña tablilla de boj de un
díptico y un estilo de madera de 25 cm de longitud), no menos de nueve diauloi (flau
tas dobles trabajadas en hueso, marfil y madera) y diferentes astrágalos de hueso para
jugar, aparte de algunos instrumentos necesarios para la práctica de la pesca.
Según M. Cristofani, la combinación de los elementos presentes en la carga de la
nave permite deducir que el naufragio se produciría en el decenio del 590-580 a.C.
(para G. Camporeale, a finales del siglo vil a.C.) y que la nave provendría de las cos
tas de la Jonia asiática, quizá de Samos, habiendo efectuado algunas escalas en puer
tos griegos y etruscos —en los que traficaría con su carga y adquiriría productos y bie
nes locales, y que su punto de destino habría de ser la Galia meridional.
La aristocracia y el comercio
La aristocracia de las principales ciudades etruscas, que participaba en el comercio,
entendía especialmente en productos de calidad y bienes de prestigio, cuya posesión se
convertía más en instrumento de intención política que económica (chieftains’s trade).
Muchas de las relaciones del siglo vn a.C., marcadas por el mecanismo del don entre
la aristocracia de determinadas ciudades y los régulos de pequeños enclaves no muy le
janos, motivarían una inicial dependencia política de éstos con aquélla. A continua
ción se generaría una lógica dependencia económica, que haría arribar a los pequeños
enclaves los productos de las grandes ciudades. El don o regalo suponía, en la práctica,
la posterior circulación de los más variados productos, canalizados mediante una ade
cuada infraestructura comercial, que lamentablemente desconocemos.
La intervención aristocrática en el intercambio de productos no se detuvo en tal
nivel, sino que intentó explotar los recursos naturales de los lugares con los que co-
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