Page 329 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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Aquiksy Pentesilea, autor de seis espejos; el Maestro de Usil, con tres ejemplares; el
Maestro de las Lasas (16 espejos); el Maestro de Hekna (13 espejos), y el Maestro de las
Figuras largas, con 11 en su haber.
A mitad del siglo, las escenas se hicieron más abigarradas, incluyéndose también
un mayor número de personajes. Entre los espejos más significativos hay que señalar
uno, cuyo autor, inspirándose en un cuadro de Ctesilochos, discípulo del pintor grie
go Apeles, representó el nacimiento de Atenea surgiendo de la cabeza de Zeus. En la
escena, toda ella ambientada con plantas, rocas, pájaros y hasta nubes, se hallan tam
bién Thanr y Sethlans. Notabilísimo por la calidad de su diseño es un espejo de Vulci,
también de mitad del siglo iv a.C., que recoge los amores de Fufluns, que aparece to
talmente desnudo, reflejando así sus formas mórbidas, y Semla, vestida con rico
himátion y amplio manto y calzada con sandalias, figurados mientras se besan en el
transcurso de un —gráficamente rebuscado— abrazo en presencia de Apvlv y un
jovencito músico. Esté ejemplar, estudiado por U. Fischer-Graf, se conserva en el
Staatliche Museen de Berlín. Muy similar en el diseño es otro espejo, en regular esta
do de conservación, procedente de Castel Viscardo, pero en el que los personajes,
dispuestos de idéntica forma, son Atunis y Turan. Junto a ellos están Apvlv y un jo
ven alado de nombre Tvrnv.
Les siguen en interés un cuarto espejo, aunque ya de gusto helenizante. Se trata
del mayor espejo en tamaño de los conocidos (número 176 de Gerhard), fechable en
el año 300 a.C. o muy poco antes. En su decoración, asimétrica, aparecen cinco per
sonajes, todos ellos figurados frontalmente, en torno a la Moira Atropo. Como quin
to ejemplar del siglo iv a.C. destaca un espejo de Volterra, hoy en Florencia, decora
do con el tema de Heracles adulto amamantado por Hera (Uni), diosa que aparece
sentada y junto a la cual se hallan otras cuatro divinidades (tal vez Zeus, Apolo, Afro
dita y Atenea). El asunto rememora la le
yenda que sostenía que el héroe Hera
cles se haría inmortal tan sólo tras ingerir
la leche de Hera.
Durante el siglo iii a.C. la elabora
ción de espejos continuó siendo tam
bién numerosa, pero de irregular calidad,
prevaleciendo en toda ella lo mediocre y
anodino, dado el proceso industrial de
su fabricación. Pueden aislarse, sin em
bargo, numerosos maestros, entre ellos,
los conocidos como Maestro del Gran Es
pejo de Vulci («Espejo Durand»), hoy en
París. Tal espejo contiene dos escenas sin
conexión entre sí. En la parte superior
del medallón aparece Heracles presen
tando a Zeus un niño llamado Epur y en
la inferior un episodio de la leyenda tro-
yana con las figuras de Helena, Agame
nón, Menelao y París.
Al mismo siglo también pertenece
un interesante espejo de Bolsena (hoy en Espejo con la lactancia de Heracles. Volterra.
el British Museum), en el que aparecen (Museo Arqueológico, Florencia.)
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