Page 412 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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con barba, apoyado en su lanza y con
una clámide que enrolla en uno de sus
brazos, y a la izquierda, un hombre jo
ven, también desnudo, con clámide
que le cae por la espalda y con una
rama de laurel en su mano, de nombre
Rathlth (¿identificable con Apolo o con
un genio apolíneo?).
La escena de este espejo es de com
pleja interpretación, habiéndose enten
dido como un acto de transmisión de
conocimientos del arte de la aruspicina
(de Tages, aquí figurado como Pava Tar-
chies, a Tarchunus, el legendario funda
dor de Tarquinia) y también como una
escena de responsum, necesaria ante la
aparición de un inesperado sol radian
te que se ve al fondo de la escena y que
indicaría la señal del nacimiento de un
nuevo niño (¿quizá Servio Tulio?), de
Pava Tarcbies. Tuscania. (Museo Arqueológico,
Florencia.) acuerdo con los presagios que tuvieron
lugar poco antes de ser dado a luz por
Ocresia (éUcernei?), su madre. No fal
tan quienes interpretan que la escena
aludiría a la fundación de Tarquinia.
E l ritual d e l e x a m e n d e las v isc e r a s
El ritual del examen de las visceras de los animales —el más sacrificado fue la
oveja— consistía en «actos precisos» que se debían llevar a cabo rigurosa y minucio
samente.
El arúspice abría el tórax y el vientre del animal y después de haber observado su
interior, por si hubiera alteración o carencia de alguna viscera, analizaba los últimos
movimientos del intestino, así como el lugar y el color de los demás órganos. Tras
ello procedía a extraerlos. Un asistente los depositaba en una mesa, sobre la cual se
procedía a una mayor inspección ocular, órgano por órgano. Se examinaban —y por
este orden— el hígado, el corazón, los pulmones, el estómago, los intestinos, el bazo
y los riñones.
El hígado era lo que se examinaba con mucho más detalle, puesto que era consi
derado —como se ha dicho— el órgano esencial de la vida. El sacerdote lo cogía con
su mano izquierda, en una determinada posición de modo que la incisura estuviese
vuelta hacia él y la cara inferior del órgano quedase dispuesta hacia arriba. A partir de
esta postura se fijaban la parte izquierda (pars hostilis) y la derecha (parsfamiliaris).
Del hígado se observaba su volumen, su color, su consistencia, sus hipertrofias y
atrofias, su processus caudatus, además de los lóbulos, las venas, el conducto biliar, la
vejiga de la hiel y el processus piramidal.
De los intestinos se observaban su posición, el número de sus asas, los movi
mientos peristálticos, el meteorismo y la eventual presencia de anomalías, además de
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