Page 416 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
P. 416

daba los ejemplos dejados por Tages y por  Tarconte.  El primero colocaba un cráneo
         de asno en los lindes del campo y  Tarconte rodeaba sus viñas  con un seto de vides
         blancas.



         El c a le n d a r i o  b r o n t o s c ó p ic o
            Los truenos, junto a los rayos, también fueron objeto de análisis y estudio reser­
         vados a los arúspices etruscos. Ha llegado un documento muy importante en traduc­
         ción griega que el cornicularius bizantino J. Lorenzo Lydo (ca. 490-565) incluyó en su
         obra De Ostentis (27-38). Tal documento —último tratado de Astrologia del Mundo
         antiguo— lo estableció sobre el texto latino que, en el siglo i a.C., el adivino, astró­
         logo, mago y filósofo de tendencias pitagóricas y órficas Publio Nigidio Figulo (P. N i­
         gidius Figulus) —recordado por Lucano en su Farsalia (I, 640)— había redactado a la
         vista de escritos originales etruscos del siglo m a.C., pero adaptándolos a las necesi­
         dades romanas.
            El documento en cuestión —estudiado en su día por A.  Piganiol y D.  Liuzzi y
         recientemente por C. Ampolo— constituye un «Calendario brontoscópico»  (Ephé-
         meros brontoskopia),  esto es, la significación o presagios que se pueden extraer de los
         truenos de acuerdo con los días y los meses en que se podían producir.
            Tal y como está redactado, no hay duda de que el original del calendario hubo
         de tener una base babilónica, pues se asemeja muchísimo en disposición, contenido
         y planteamientos a los textos astrológicos y hemerológicos hallados en distintas ciu­
         dades de Mesopotamia.
            El calendario se estructura en  12 meses, que comienzan a partir del  1  de junio,
         en períodos de 30 días, incluso para el mes de febrero. La serie de interpretaciones
         que se dan sirven para reconstruir muchos de los aspectos de la vida cotidiana, con
         datos concernientes a los agricultores, a los ganaderos, a los ciudadanos e incluso al
         propio Estado.
            Por su interés, he aquí el texto del mes de junio:
                    1  de junio:  Si truena, habrá cosechas abundantes, pero la cebada será la excep­
                 ción. Se abatirán sobre el hombre enfermedades peligrosas.
                    2: Si truena, los alumbramientos serán menos penosos para las madres. El gana­
                 do morirá. Habrá pesca en abundancia.
                    3:  Si truena, el calor será muy seco.  Por lo tanto, no sólo los frutos secos sino
                 también los blandos resultarán abrasados por la sequía.
                    4: Si truena, el aire será húmedo y lluvioso hasta el extremo de que las cosechas
                 se pudrirán y se perderán.
                    5: Si truena, será funesto para el campo. Aquellos que gobiernan las aldeas y los
                 pequeños pueblos tendrán dificultades.
                    6: Si truena, un bicho dañino nacerá en el interior de la cosecha ya madura.
                    7:  Si truena, aparecerán  enfermedades;  sin embargo, matarán a poca gente.  La
                 cosecha de frutos secos será buena, los demás se quemarán.
                    8: Si truena, es anuncio de lluvias abundantes y de la muerte del trigo.
                    9: Si truena, los rebaños morirán a causa del ataque de los lobos.
                    10: Si truena, los fallecimientos serán numerosos, pero habrá una gran cosecha.
                    11: Si truena, se producirán calores inofensivos, la «república» conocerá la abun­
                 dancia.
                    12: Si truena, ocurrirá lo mismo que el día anterior.


         422
   411   412   413   414   415   416   417   418   419   420   421