Page 47 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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En cualquier caso, es muy difícil determinar cómo Servio Tulio/Macstarna, liga
do a los Vibenna, pudo convertirse, de simple compañero de armas de un condotie
ro vulcense, en rey de Roma.
Lucio Tarquinio el Soberbio
Un hijo —o nieto— de Tarquinio Prisco, y yerno a su vez de Servio Tulio, llama
do Lucio Tarquinio, y apodado tardíamente Superbus («el Soberbio»), ocupó a conti
nuación el trono de Roma (534-509 a.C.) después de asesinar a su suegro. Su gobier
no se caracterizó por una total tiranía y crueldad, al decir de la tradición. Su poder
descansó en la fuerza, despreció y diezmó al senado para rebajar su influencia y re
novó el tratado con los latinos, una vez eliminado Turno Herdonio de Ardea, peli
groso rival. Asimismo, guerreó contra los volscos, a los que arrebató Suessa Pometia
y Gabii, y creó manípulos mixtos romanos y latinos. Su actividad constructora (obli
gó a la plebe a trabajos forzados) le hizo reactivar las obras iniciadas por su padre, so
bre todo la construcción del monumental templo de Júpiter Capitolino (62 X 53 m,
cuyos restos se hallan hoy englobados bajo los palacios CafFarelli y de los Conserva
dores) y la finalización de la Cloaca Máxima o alcantarilla colectora de las aguas del
Foro de Roma (aunque se ha probado que no fue abovedada antes del siglo il). Tam
bién reorganizó el culto, al que asoció a diferentes pueblos albanos y latinos, hasta
un total de 47, y cuyos representantes se reunían anualmente para el sacrificio debi
do a Júpiter, dios que, desde su templo, decorado por los mejores artistas etruscos,
era dueño absoluto del mundo itálico. Asimismo, introdujo en Roma los Libros Sibi
linos (daban a conocer el porvenir), que fueron depositados en el precitado templo
de Júpiter bajo la custodia de dos específicos sacerdotes.
Tarquinio el Soberbio fue destronado en el transcurso de una conjura palacie
ga, motivada por la violación de la aristócrata romana Lucrecia por parte de Sexto,
el hijo de Tarquinio, conjura dirigida por algunos cabecillas de las gentes (Publio Va
lerio, Tarquinio Colatino y Junio Bruto, entre otros), los cuales aprovechando su
ausencia de Roma —Tarquinio se hallaba asediando Ardea— instauraron la Repú
blica. Aunque Tarquinio regresó de inmediato a Roma, no pudo hacer frente a la
situación, optó por exiliarse a Caere (según una tradición) o a Tusculum (Tito Li
vio, II, 15) y luego, en el 496 a.C., a Cumas, en donde fue acogido por el tirano
Aristodemo.
Porsenna, rey de Clusium
De hecho, en aquel derrocamiento y en el subsiguiente cambio político que se
produjo desempeñó un importante papel otro rey etrusco, titular de la ciudad de
Clusium, llamado Lars Porsenna. La tradición lo consideró rey de tal ciudad, de la
que sería simplemente un jefe aristocrático que basaría su poder en su ejército priva
do. Plinio el Viejo (Nal. Hist., II, 140) señala que había salvado a la ciudad de Volsi
nii al evocar un rayo en contra del monstruo Volta, que sembraba el terror en la re
gión. Este personaje, deseando conquistar el Lacio, se apoderó de Roma, tal vez apro
vechando la inestabilidad política existente en los últimos momentos del reinado de
Tarquinio el Soberbio. De acuerdo con la versión de Tácito (Hist., III, 72) y de Plinio
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