Page 53 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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Cipo de los tirrenos, dedicado a Apolo de Delfos. (Tomado de M. Gras.)

        dos los enfrentamientos que entre ellas existían al funcionar de modo autónomo (Sí-
        baris,  Crotona,  Siracusa, Agrigento,  etc.).  No  obstante,  sí se produjeron más  tarde,
        entre el 490 y el 480 a.C., algunos choques de etruscos contra griegos en las islas Lí­
        pari y tal vez una campaña contra Sicilia, conducida por Velthur Spurinna de Tarqui­
        nia, según testimonian pruebas epigráficas.
           Un monumento  de  caliza,  conocido  como  Cipo de los tirrenos (R.  Flaceliére,
        G.  Colonna, M. Gras), fue dedicado a Apolo de Delfos, conmemorando una victo­
        ria etrusca sobre los griegos difícil de precisar cronológicamente.


        Nuevo pacto con Cartago

           También los etruscos pudieron controlar a los cartagineses, instalados en la parte
        occidental  de  Sicilia,  en las  costas  de  Cerdeña, y en puntos  del litoral  continental
        (caso, por ejemplo, de Santa Marinella, en el territorio de Caere). No tuvieron incon­
        veniente los etruscos en pactar por segunda vez con Cartago, renovando así el pacto
        del 550 a.C., mediante el cual acordaban dividirse el Mediterráneo occidental en zo­
        nas de intereses propios y en hacer causa común en el supuesto de que alguien (en­
        tiéndase los griegos) atentase contra sus intereses.
           A pesar de aquel acuerdo, Etruria, por lo que sabemos, no fue capaz de opo­
        nerse a Anaxilas, tirano de Reggio y de Zanlde, quien, en el año 482 a.C., con una
        audaz política, no  dudó en bloquear el estrecho  de  Sicilia.  Con ello,  a la marina
        mercante  etrusca  se  le  cerraba  toda posibilidad  de  comerciar en  el  área  del mar
        Jónico.
           La falta de unidad política etrusca, por otro lado, no pudo hacer frente a los dos
        grandes obstáculos que surgieron al final de este período: Roma y Cumas.
           Roma, que, como hemos visto, había sido controlada desde el año 616 a.C. por
        una dinastía etrusca, se rebeló contra eüa, expulsó a los reyes de la misma, se dio un
        régimen republicano aristocrático, obtuvo una victoria militar que le dio la suprema­
        cía sobre el Lacio y se pudo erigir en un Estado unitario, rompiendo con ello la con­
        tinuidad territorial entre la Etruria propia y la Etruria campana, según señaló en su
        día P. Ducati.


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