Page 100 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
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pite en otras tradiciones itálicas y griegas, como la que se refleja en
una estela etrusca de Felsina, fechada en los primeros decenios del si
glo iv a.C., donde se representa a una loba ofreciendo sus mamas a un
niño, y en el mito de Mileto, hijo de Apolo y de Acacálide, expuesto
en el bosque, amamantado por las lobas y recogido finalmente por
unos pastores; Mileto fundaría luego la ciudad homónima6. Basándo
se precisamente en estos datos, A. Rosenberg defendía que los roma
nos habían adoptado la leyenda de Rómulo y Remo a partir de tradi
ciones etruscas, y que éstas a su vez se inspiraban en la de Mileto. Pero
tal explicación no parece satisfactoria y desde luego ha tenido muy es
caso éxito en la historiografía moderna. Mayor aceptación han logra
do por el contrario aquellas opiniones que buscan una interpretación
en clave religiosa, en el sentido de que la leyenda se inscribe en el ám
bito de la «Wolfsreligion», cuya expresión fundamental no es otra que
las Lupercalia, antiquísima festividad romana estrechamente relaciona
da con la gesta de Rómulo y Remo. Encuadrada en este contexto, la
loba de la leyenda significa el desorden primordial, ese universo mar
ginal y salvaje previo a la civilización representada por la ciudad, en
cuyo seno los jóvenes se introducen a través del rito iniciático que les
llevará al estado adulto. También en este mismo plano habría que si
tuar, aunque en una vertiente simbólica, a la madre adoptiva de los ge
melos, Acca Larentia, quien «volgato corpore lupam inter pastores vo
catam», según palabras de Livio (1.4.7). Se trata de una explicación ra
cionalista del mito, pero al mismo tiempo denuncia la falta de
comprensión de un fenómeno religioso desaparecido ya en época re
publicana avanzada e inimaginable en tiempos del historiador, esto es,
la prostitución sagrada que en los siglos arcaicos muy probablemente
se practicaba en el santuario romano del Ara Maxima consagrado a
Hércules. La presencia de la prostituta, vinculada por otra parte al
mundo de los muertos, reforzaría entonces la propia idea de la loba
como símbolo de la marginalidad y de la barbarie, de la «Wildnis».
En mayor o menor medida, todas estas interpretaciones pueden
tener su lado positivo y sin duda ayudan a comprender mejor la men
talidad arcaica, creadora de la leyenda que ahora nos ocupa. Pero exis
ten también otras explicaciones más sencillas, más lógicas, que hasta
el momento no han recibido toda la atención que merecen. Así, re
cientemente A. Mastrocinque, en su libro sobre la figura de Rómulo,
6 También se encuadra en este grupo el mito de los gemelos Licasto y Parrasio, hi
jos de Ares, conocido por el Ps.-Plut, Parall. min., 36, pero aquí existe la fundada sos
pecha que nos encontramos ante una fuerte influencia de la leyenda romana.
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