Page 105 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
P. 105
facere pastoribusque rapta dividiré et cum his, crescente in dies grege
iuvenum, seria ac iocos celebrare» (1.4.9). Los jóvenes se educan pues
en el vigor del cuerpo y en la fortaleza del espíritu, buscando siempre
desarrollar aquellas virtudes que son imprescindibles para el liderazgo,
dentro de una sociedad en un nivel todavía muy primitivo. Además
de éste, dos son quizá los rasgos que más sobresalen en este texto de
Livio: la asociación de jóvenes por un lado y el latrocinio por otro.
Todas las fuentes están de acuerdo en que los gemelos se rodearon
de un grupo creciente de jóvenes, constituyendo una banda a cuyo
frente se sitúa Rómulo, quien ya daba muestras de superioridad sobre
su hermano. Estas asociaciones o «Mánnerbünde» eran un fenómeno
muy frecuente en la Italia antigua y en general en todas las culturas
primitivas, como ha destacado entre otros A. Alfoldi. Circunscribién
donos a la península Itálica, algunas son conocidas a través de su ver
tiente religiosa, como probablemente fuese el caso de los luperci ro
manos, dos colegios formados por doce jóvenes cada uno de ellos, y
también el de los hirpi Sorani de la vecina Sabina, estrechamente em
parentados con los mencionados lupercos. Pero también tenemos no
ticia, en un tiempo más propiamente histórico, de otra manifestación
de este mismo signo. Según se relata en el epítome de Trogo Pompe
yo (Iust., 23.1), cuando se iniciaba la pubertad, los lucanos enviaban a
sus hijos al monte, donde convivían con los pastores en unas condi
ciones muy duras, dedicándose entre otras cosas al saqueo y al robo
de las comunidades vecinas como medio de subsistencia. Se trata evi
dentemente de un fenómeno de carácter iniciático, en el que los jó
venes tienen que demostrar sus aptitudes para ser considerados hom
bres, guerreros, por tanto no muy diferente a otras prácticas en vigor
entre los griegos, sobre todo los dorios, como queda perfectamente re
flejado en la hypteia lacedemonia. En este mismo contexto se puede
comprender la infancia y la juventud de Rómulo y Remo, desarrolla
da al margen de la civilización y del orden, entre las bestias que pue
blan ese universo primitivo que define el mundo del dios Fauno, pa
trono de los lupercos y muy vinculado a nuestros héroes, como ha ex
puesto en un magnífico trabajo D. Briquel,
Respecto al latrocinio, las fuentes no son muy explícitas, ya que lo
general es presentar a Rómulo combatiendo a los ladrones de ganado,
sin actuar él mismo como tal. Pero evidentemente se trata de una vi
sión edulcorada. Quizá tan sólo Eutropio de una manera taxativa acu
sa a los gemelos de abigeato (1.1.2: «cum inter pastores latrocinare-
tur»), lo que no hay que entender como expresión de la hostilidad de
los autores cristianos hacia Rómulo y los primitivos pobladores de
111