Page 110 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
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roe epónimo, y por tanto debió gozar de una enorme significación.
       Su origen se remonta al menos a la segunda mitad del siglo vil a.C.,
       pues se documenta por vez primera en una interpolación a la Teogonia
       de Hesíodo (w.  1012-1017)14, en unos versos que incluidos en el lla­
       mado «Catálogo de los héroes» hablan de Agrios y Latinos, hijos de
       Odiseo y de Circe, que reinan sobre los tirrenos. Es evidente que el re­
       dactor del catálogo ha recogido aquí una tradición indígena muy adul­
       terada por la manipulación griega (confusión entre latinos y etruscos,
       helenización de personajes indígenas), pero a pesar de ello sigue pre­
       sentando un enorme interés. Si la identificación de Latinos no ofrece
       dificultad alguna, Agrios es por el contrario un tanto enigmático. Con
       este nombre se conocen diversos personajes en la mitología griega, al­
       gunos de carácter salvaje y violento, como uno de los gigantes, un cen­
       tauro y el tracio hijo de Polifonte y de un oso (Ant. Lib., Trnnsf, 21), y
       otros más normales, como uno de los pretendientes de Penélope se­
       gún Apolodoro (Epit., 7.27) y el hijo de Portaón de Calidón. Pero nin­
       guno de ellos se adapta al contexto latino, ni tampoco tiene relación
       con Italia, por lo  que el Agrios  de Hesíodo tiene que ser la versión
       griega de un personaje indígena cuyo carácter se refleja en el nombre
       griego (agrios = «agreste», «salvaje»). Así las cosas, la identificación más
       probable sería con Fauno, como ya ha sido señalado en múltiples oca­
       siones, a quien con mucha frecuencia se le califica de agrestis y que pre­
       senta una estrecha relación parental con Latino. De ser cierta esta pro­
       puesta, indicaría que hacia el año 600 a.C. ya estaba fijada en parte la
       lista de los reyes míticos del Lacio y que Latino había alcanzado un se­
       ñalado papel como héroe epónimo, aspecto en el que abundan la vin­
       culación  de  este  personaje  con  las  Feriae Latinae  (Schol.  Bob.  Cic.
       Plane.,  128 Hildebrandt) y su identificación con Júpiter Lacial (Fest.,
       212L), según ha insistido recientemente A.  Grandazzi. Todo viene a
       indicar entonces que a lo largo del siglo vil los latinos han ido toman­
       do conciencia de su identidad étnica y cultural, proceso que se refleja
       en la importancia que asume su héroe nacional, Latino15. A este res­
       pecto es de señalar una feliz coincidencia, pues contemporánea a esta
       interpolación se fecha una inscripción etrusca, inscrita en un vaso pro­
       cedente de la necrópolis veyense de Picazzano, en la que se lee mi tites


         14  Todavía se discute si es o no una interpolación,  aunque siempre utilizando los
       mismos argumentos. Véase últimamente a favor de la autenticidad de Hesíodo L. Brac-
       cesi, Greciüdifrontiera, Padua, 1994, 6 y s., 43 y ss.
         15  Pero esto no quiere decir que Latino hubiese recibido en el siglo vi un culto he­
       roico que tendría su sede en el heroon de Lavinium, según defiende C. Cogrossi.

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