Page 108 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
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de una completa ambigüedad característica por otra parte de los héro­
      es, Rómulo incluido.
         Pico y Fauno se separan en algunos aspectos de los anteriores, es­
      tán más inmersos en el fondo mitográfico latino, pero conservan otros
      rasgos comunes. Al contrario de los otros, Pico parece ser una figura
      estrictamente mitológica, pues no  se  conoce su  culto;  sin embargo,
      Agustín de Hipona (Civ. Dei, 18.15) le menciona entre los dioses rela­
      cionados con la agricultura y la tradición habla de un antiquísimo cul­
      to a él dedicado que habría sido introducido por Rómulo o por Fau­
      no. En la mitología latina, que es el ámbito que aquí más nos intere­
      sa, Pico es presentado como hijo de Saturno, a quien sin embargo no
      sucedió en la ciudad que éste había fundado en el Capitolio, sino que
      se creó su propio reino en Laurentum, al sur de Roma, cuyo palacio
      describe  Virgilio  (Aen.,  7.170  y  ss.).  Diversas  fuentes  le  mencionan
      como un famoso  augur,  aspecto de gran importancia puesto que le
      vincula con la tradición de los reyes latinos, según veremos más ade­
      lante. De todas formas, Pico era un personaje adiestrado en el arte adi­
      vinatorio, cualidad que se refleja también en su imagen de pájaro, per­
      teneciente  como  sabemos  al círculo  de Marte y dotado  de virtudes
      oraculares.  Una  tradición  tardía  achacaba  a la maga  Circe,  molesta
      porque su amor había sido rechazado por Pico, su transformación en
      animal. Pero junto a todos estos elementos civilizadores, Pico es tam­
      bién definido como un ser agrestis, es decir, salvaje, incivilizado, habi­
      tante de los bosques y predispuesto a las metamorfosis.
         En su variante de Picumno, Pico se encuentra en una posición pa­
      ralela a la de Pilumno13, cuya leyenda «humana» tiene muchos puntos
      de semejanza con la de Pico. Si éste aparece como creador del reino
      de Laurentum, Pilumno fundó a su vez la ciudad de Ardea, a la que
      convirtió en capital de su reino rútulo. La leyenda de fundación de Ar­
      dea incluye la presencia como protagonista de Dánae, la heroína de
      Argos, que tras haber dado a luz a Perseo, fue encerrada con éste en un
      arca y arrojada al mar, llegó a las costas de Italia, donde fueron reco­
      gidos por un pescador, y contrajo matrimonio con el rey indígena, Pi­
      lumno, con el cual fundó Ardea (Serv., Aen., 7.372; Plin., N.H., 3.56).
      Esta tradición se enmarca en lo que se podría denominar el ciclo argi-
      vo de los fundadores griegos en el Lacio, que además de la de Ardea
      incluye la fundación  de  Lanuvium (Diomedes) y de Tibur (Catilo).
      Probablemente  se explique  a través  del santuario  de Juno,  muy im­

        13   Véase sobre esta relación Th. Kóves-Zulauf, Romische Geburtsriten, Munich, 1990,
      127 y ss.

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