Page 95 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
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nombre  de  Silvia,  apareciendo  a  continuación  como  alternativa  el
       nombre de Rhea, que fue utilizado indistintamente junto a Ilia.
          El nombre de Silvia se introdujo como consecuencia de la defini­
       ción de la dinastía albana, creada para cubrir el espacio de tiempo que
       media entre Eneas y Rómulo  a partir de las  nuevas investigaciones
       cronológicas de época helenística. En un principio Rómulo era tenido
       como descendiente inmediato de Eneas, y así Ennio «dicit Iliam fuis­
       se filiam Aeneae;  quod si est, Aeneas  avus est Romuli» (Serv., Aen.,
       6.777), opinión que tomó de Nevio (Serv., Aen.,  1.273), últimos esla­
       bones de una tradición que con ligeras variantes se remontaba a Alci-
       mo, como ya veíamos.  Sin embargo, la fijación de la caída de Troya
       en el siglo xii a.C. destapó el largo espacio de tiempo que existía entre
       este acontecimiento y la fundación de Roma, por lo que se hizo ne­
       cesario  llenar  el  hueco  con la invención  de  la  dinastía  albana,  que
       tenía en Silvio, hijo de Eneas y de la latina Lavinia, a su fundador y
       epónimo.  Esta  dinastía  debió  ser ideada en medios  historiográficos
       griegos a lo largo del siglo n a.C., pues Fabio Pictor, aunque infunda­
       damente ha sido considerado como su inventor, posiblemente no la
       conocía, ya que la inscripción del gimnasio de Tauromenion4, único
       documento que puede invocarse, nada dice al respecto, indicando so­
       lamente  que  entre Eneas y Rómulo transcurrió un largo  espacio  de
       tiempo. Así pues, es posible que Fabio Pictor, aun siendo consciente
       de esta diferencia cronológica, no supo cómo llenarla. Es quizá en Ca­
       tón, aunque la tradición no está nada clara, quien escribió sus Origines
       hacia el año 165 a.C., donde se encuentra la primera noticia conocida
       sobre la dinastía albana (en Serv., Aen., 6.760 =  HRR fr.ll), mientras
       que  el  apelativo  de  Silvia  aplicado  a  Ilia  aparece  por  vez  primera
       —hasta donde sabemos— en Aristides de Mileto, autor de una obra
       sobre Italia escrita en los últimos decenios del siglo π a.C. (en Ps.-Plut.,
       Parall. min., 36 =  FGH286 F16).
          Si Silvia es un nombre reciente y latino, vinculado a la dinastía al­
       bana, Ilia por el contrario es griego, derivado de Ilion, en relación por
       tanto con la leyenda troyana de los orígenes de Roma. En este punto
       no puede dejar de notarse cierta proximidad entre Ilia y Rhome. Esta
       última,  como  ya  hemos  visto,  fue  inventada por los  griegos  como
       epónima de Roma, y aunque nunca actúa estrictamente como funda­
       dora de la ciudad, como en toda lógica cabría esperar, siempre se en­
       cuentra muy próxima a la figura del fundador, a quien parece inspirar.


         4   G. Manganaro,  «Una biblioteca storica nel ginnasio  a Tauromenion nel II  see.
       a.C.», en A. Alfóldi, Romische Friihgeschichte, Heidelberg, 1976, 83-96.

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