Page 94 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
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sación que se suscitaba a propósito de Servio Tulio, como luego vere
mos. En páginas sucesivas tendremos también la ocasión de volver so
bre Marte y su condición de padre del fundador.
Naturalmente no sucede lo mismo respecto a la madre, cuya per
sonalidad es única en toda la tradición latina. Las discrepancias tan
sólo se encuentran en versiones griegas, como aquellas que mencio
nan a Rliome o a Dexitea como madre de Rómulo (Plut., Rom., 2.2-3,
Galitas, en Fest., 329L = FGH 818 Fl). Un autor anónimo otorga tal
papel a Emilia (en Plut., Rom., 2.3), en lo que sin duda alguna es un
intento por ennoblecer aún más el origen de la homónima familia ro
mana; pero esta versión no tuvo en absoluto incidencia3. Ahora bien,
a pesar de la general unanimidad en cuanto al personaje, no por ello
dejan de observarse ciertas variantes, siendo quizá la más significativa
la que hace referencia al nombre. En efecto, Rhea Silvia es conocida
así tan sólo a partir de época silana, pues con anterioridad era llamada
Ilia, nombre con el que figura en los versos de los primitivos poetas
latinos Nevio y Ennio y en los escritos históricos de los primeros ana
listas. A finales del siglo π a.C. se le añadió por vez primera el sobre
3 A pesar de todas las apariencias, no parece ser una tradición familiar de la gens
Emilia, en contra de la opinión de W. A. Schroder, M . Porcius Cato. Das ersteBuch der
Origines, Meisenheim, 1971, 81, seguida por C. Ampolo, en Plutarco. Le vite di Teseo e di
Romolo, Milán, 1988,272. Según creo, es más probable que se trate de una creación grie
ga, como parece denunciarlo la forma del nombre del antepasado epónimo, no tanto
en esta versión de Plutarco, sino sobre todo en la recogida por Festo, 22L, con varian
tes respecto a la anterior: «Aemiliam gentem appellatam dicunt a Mamerco, Pythagorae
philosophi filio, cui propter unicam humanitatem cognomen fuerit Aemylos. Alii,
quod ab Ascanio descendat, qui duos habuerit filios, Iulum et Aemylon.» La segunda
de las tradiciones mencionadas por Festo no puede ser latina, pues no respeta la identi
ficación entre Ascanio e lulo característica de la leyenda romana. Sin duda, la versión
de Plutarco fue inventada en el siglo II a.C. en ambientes griegos para adular a ciertos
aristócratas romanos y en especial a la gens Emilia, la cual naturalmente no dudó en ha
cer suyas tales leyendas, como se observa en algunas acuñaciones del siglo i a.C. y en
cierta medida también en los relieves de la basílica Emilia (en su tradición gentilicia, los
Emilios se decían descendientes de Numa: Plut., Num., 8.18-19; Aem., 1). Dos prota
gonistas se ofrecen como principales destinatarios de esta propaganda, L. Emilio Paulo
(en éste en concreto pensaba ya B. Niese, «Die Sagen von der Gründung Roms»,
H Z, 59, 1888, 496) y P. Cornelio Escipión Africano, este último a través de su esposa
Emilia, pertenecientes ambos al círculo de los más destacados defensores en Roma de
la cultura griega. A este respecto merece ser destacado el que quizá Escipión fuese ya
identificado con Rómulo por Ennio en su obra titulada Scipio, aunque la evidencia no
es segura (A. Elter, Donarem pateras, Bonn, 1907, 31 y ss.; en contra F. W. Walbank,
«The Scipionic Legend», PCPhS, 193,1967, 56 y s.). Por su parte, A. Mastrocinque, Ro-
moh, Este, 1993,59, n. 21, piensa que «probabilmente si trattava di speculazioni da par
te di eruditi sui nome di Aemilia, derivato da *Amulia, femminile di Amulius».
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