Page 116 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
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ella no figura Evandro, convertido luego en un tópico dentro de la le­
       yenda de Caco. Este es presentado en el relato  de Diodoro como un
       príncipe del Palatino que recibe y agasaja a Hércules, probable reflejo de
       una visión evemerística sobre un personaje local realizada por un autor
       griego. Quizá vinculada a este mismo tronco de tradición, pero modifi­
       cada en sus  detalles y significado,  es la versión que ofrece Dionisio
       en 1.42.2-3. Aquí Caco se nos muestra también como un jefe local, que
       tiene su sede en el Palatino, pero que a diferencia del anterior, practica
       sistemáticamente  el  latrocinio,  enfrentándose  finalmente  a  Hércules,
       quien le mata; a continuación algunos compañeros del héroe griego, en­
       tre los que se encontraba Evandro, ocupan el lugar de Caco. Esta versión
       parte de los mismos principios que la de Diodoro, pero presentando al
       protagonista de una manera más descamada y sin duda también más real.
          El siguiente testimonio sobre Caco proviene de fuentes etruscas y
       se encuentra representado sobre un espejo de Bolsena (siglo m) (fig. 2)
       y sobre cuatro urnas clusinas (siglos iii-ii a.C.). Este Caco «etrusco» es
       muy diferente del que se describe en fuentes latinas, pues aquí asume
       rasgos completamente apolíneos: Cacu es un vates que enseña su arte
       adivinatorio a un muchacho sentado a sus pies, Artile, mientras que
       en el fondo de la escena, escondidos entre los árboles, acechan los her­
       manos Caile y Avie Vipinas con intención de apoderarse del adivino.
       Si bien los  documentos  son  etruscos y algunos personajes  también
       (los Vibenna), cabe sin embargo la posibilidad que se refiera a una tra­
       dición latina. En efecto, en varias ocasiones se ha señalado que el es­
       cenario más probable del episodio reflejado en estos objetos sea Roma
       o algún espacio en relación con ésta, ya que los Vibenna desarrollaron
       la mayor parte de su actividad como compañeros de Servio Tulio en
       la turbulenta historia de Roma del siglo vi a.C. En este mismo sentido
       habría entonces  que  aceptar la reciente interpretación, por parte  de
       L. Luschi, de un quinto personaje que aparece en el espejo de Bolse­
       na, situado en alto, semiescondido, y con apariencia de sátiro: se tra­
       taría de una representación de Fauno, bajo su forma oracular a través
       del viento, inspirador del arte de Caco. Esta escena reflejaría entonces
       una reinterpretación etrusca de un personaje romano, del cual se toma
       uno de sus aspectos más sobresalientes, su cualidad de adivino o au­
       gur —aunque stricto sensu no posea los elementos de este último—, ra­
       zón por la cual los Vibenna pretenden apoderarse de él y arrancarle
       determinados secretos18.

         18   El tema del rapto del adivino es muy corriente en las tradiciones del Mediterrá­
       neo. Un paralelo muy próximo se encuentra en el mismo Lacio, donde Pico y Fauno

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