Page 220 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
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razón», y su pasión por la doctrina que le ha inoculado el filósofo pla
tónico, como si de un fármaco prodigioso se tratara (37), se asemeja a
la que siente un enamorado por su amor (7). Es, pues, su pasión la de
un neófito y las imágenes utilizadas para referirse a sus descubrimien
tos, que son sentidos con un vigor incontenible, son las de los conver
sos de todos los tiempos, incluyendo los cristianos2. Con esta intro
ducción el lector queda en suspenso, tal era la intención del autor, a
la espera de que Luciano dé cuenta de las ideas que le produjeron una
transformación interior semejante. Al final la obra, como expresión
del poder de convicción de Nigrino y su doctrina, con ineludibles im
plicaciones proselitistas, nos muestra cómo queda seducido el interlo
cutor por el camino ético que le ha descrito Luciano. Sus efectos son
los de una enfermedad:
Por ello, mientras tú hablabas, experimentaba una extraña sen
sación en el alma, y ahora que te has detenido me hallo abrumado
y —hablando a nuestra manera— herido. ¡No te sorprendas! Sabes
que también los mordidos por perros rabiosos no rabian ellos solos,
sino que en su locura intentan atacar a otros a su vez, y esos otros
también se vuelven frenéticos, pues algo de la afección se transmite
con el mordisco y la enfermedad se propaga, con gran difusión de
la locura. (38. Trad. A. Espinosa.)
La imagen de la hidrofobia se ajustaría mejor a los efectos de la
doctrina de los seguidores de la «secta del perro» que a los de un filó
2 También para este tema de la «conversión» a la doctrina predicada por Nigrino,
que está relacionado con la biografía intelectual de Luciano, hay posiciones diversas
(cfr. la historia del tema en J. Bompaire, Luden écmiain: Imitation etaéation, París, 1950,
511 n. 1), pero ciertamente de difícil confirmación por las incertidumbres cronológicas
que existen en torno a la obra (C. P. Jones, 25). Lo que parece claro es que, se le dé el
valor que se le dé a esta «conversión», en ningún caso sé trataría de una conversión a la
filosofía platónica, sino a la actitud ético-cultural que propugnaba el platónico Nigrino
y que más adelante trataremos. Una posición escéptica sobre la «conversión» mantuvo
J. Bompaire (530), para quien se trataba de un mero «artificio de presentación» para cap
tar la atención del lector. En esta opinión sobre el significado de la parte inicial de la
obra coincidía con A. Peretti (Luciano. Un intdkttuak greco contro Roma, Florencia, 1946,
9-34; cfr. Bompaire, 510 n. 1) que entendía que el proemio en el que se describe la «con
versión» es simplemente un marco que sólo sirve para encuadrar y dar paso al verdade
ro objetivo del escrito: «Un solo sentimento percorre e anima il discorso di Nigrino,
una sola idea lo ispira: il sentimento nazionale greco, l’idea del primato spirituale
dell'Ellade, la coscienza dei valori morali deU'ellenismo di fronte alia latinitá. Di qui é
scaturito anche il proemio, come appendice e sfondo del quadro della corruttela triun
fante nel mondo romano» (33).
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