Page 263 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
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A partir de aquí la descripción ammianea pasa a enumerar los de
fectos que caracterizaban a Juliano: bastante impulsivo por naturale
za, atenuaba la misma sirviéndose de un principio muy razonable:
permitir que se le reprendiera cuando había desvariado19. A ello se
añadía un tono de voz demasiado elevado, junto con una escasa incli
nación al silencio.
Se entregaba en exceso a la consulta de los presagios, llegando a
igualar en este punto al emperador Adriano20; de ahí que se mostrase
más supersticioso que fiel al cumplimiento de sus obligaciones religio
sas, inmolando con prodigalidad innumerables víctimas21. Además,
los halagos y aplausos de la muchedumbre llenaban su vanagloria, re
curriendo incluso al entretenimiento de personas indignas.
Sin embargo, estableció una legislación aceptable, si hacemos ex
cepción de ciertos edictos, como el que prohibía la enseñanza a los
maestros de retórica y gramáticos cristianos si no abrazaban el culto
de los dioses tradicionales romanos22; en este sentido, frente a la labor
legislativa de Constantino, nuestro emperador trataría de restablecer
el derecho romano antiguo.
La reacción de Ammiano ante el sectarismo religioso que mani
fiesta Juliano con respecto a quienes propagaban el cristianismo no
puede explicarse como un acto de prudencia hipócrita con respecto
a Constantino sino, más bien, como la reacción sincera de un hom
bre de cultura y liberal; esta perspectiva la observamos en la admira
ción del antioqueno con relación a la política religiosa imparcial de
Valentiniano, así como en los reproches y censuras que dirige al em
perador23.
El elogio ammianeo finaliza con una defensa completa de la polí
tica exterior de Juliano, justificando especialmente su expedición con
y F. J. Lomas, «Lectura helénica de las Res Gestae Iuliani de Ammiano Marcelino a la
sombra de Alejandro Magno», Neronia, 4 (1990), 306 y ss.
19 Amm. Marc. 25.4.16. El mismo emperador confesaría su impulsividad a los an-
tioquenos (.Misopogon, 363d), comentándonos Ammiano la buena disposición con que
toleraba que se le reprendiera (22.10.3).
20 Amm. Marc. 25.4.17. Cfr. N. Santos, «Presagios, adivinación y magia en Ammia
no Marcelino», Helmantica, 30 (1979), 5 y ss.
21 Con ello se asemejaba a Marco Aurelio, príncipe filósofo y soldado, tomado
como modelo por Juliano.
22 Amm. Marc. 25.4.20. Este edicto de Juliano, fechado el 17 de junio de 362, es
analizado porj. Bidez, LaviedeVempereurJulien, París, 1965 (2.a ed.), 263 y ss.
23 P. M. Camus, Ammien MarceUin, témoin des courants culturéis et religieux a la fin du
IVésikle, París, 1967, 263 y ss.
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