Page 36 - Vernant, Jean-Pierre - El universo, los dioses, los hombres. El relato de los mitos griegos
P. 36
bien, hay algo en la manera de funcionar del mundo que
representa una amenaza para el universo divino. A fin de
llegar a adultos, los seres tienen que crecer, y el tiempo lo
deteriora todo: el propio Zeus ha sido una criatura, en
vuelta en sus pañales, que berreaba en el secreto de su gru
ta, protegido por unos vigilantes. Ahora ha alcanzado el
vigor de la edad adulta, pero ¿no experimentará, a su vez,
la decadencia? ¿Acaso a los dioses, al igual que a los hom
bres, no les llega la hora en que el anciano rey nota que ya
no es exactamente lo que era, en que ve que su joven hijo,
al que protegía, ahora es más fuerte que él y triunfa donde
él fracasa? ¿No le ocurrirá algo similar al propio Zeus?
¿Será Zeus destronado por uno de sus hijos, de la misma
manera que Cronos destronó a su padre Urano, y después
Zeus a su padre Cronos? Pues bien, sí, eso puede, e inclu
so debe, ocurrir, está inscrito de antemano en el orden del
tiempo. Gea lo sabe, y Rea también. Y Zeus, precavido,
tiene que protegerse ante esa eventualidad. El orden que
ha establecido tiene que ser tal que no pueda ser cuestio
nado por una lucha de sucesión por el poder real. Conver
tido en rey de los dioses y dueño del mundo, Zeus no
puede ser un soberano como los demás. Necesita encarnar
la soberanía como tal, un poder de dominación perma
nente y definitivo. Una de las claves de la estabilidad de
un reinado inmutable que reemplace a una serie de reina
dos sucesivos reside en la boda del dios soberano.
LAS TRETAS DEL PODER
La primera esposa de Zeus lleva el nombre de Metis, y
personifica esa forma de inteligencia que, como se ha vis
to, le ha permitido conquistar el poder: la métis, la astucia,
la capacidad de prever todo lo que tiene que ocurrir, de no
39