Page 38 - Vernant, Jean-Pierre - El universo, los dioses, los hombres. El relato de los mitos griegos
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ahora, en ei curso del tiempo, en el flujo temporal, esa
premonición astuta que permite burlar de antemano los
planes de quienquiera que intente sorprenderle, aventajar-
le. Su esposa Metis, preñada de Atenea, se halla en su
vientre. Así pues, Atenea no saldrá del seno de su madre,
sino de la gran cabeza de su padre, que ha pasado a ser
algo semejante al vientre de Metis. Zeus lanza gritos de
dolor. Llama en su ayuda a Prometeo y Hefesto. Llegan
con un hacha de doble hoja, asestan a Zeus un buen ha
chazo en el cráneo y, con un gran grito, Atenea sale de la
cabeza del dios en forma de mujer joven y completamente
armada, con su casco, su lanza, su escudo y su coraza de
bronce. Atenea es la diosa de la inventiva, está llena de as
tucia. Al mismo tiempo, toda la astucia del mundo se
concentra a partir de entonces en la persona de Zeus. Está
protegido, ya nadie podrá sorprenderle. Ya está soluciona
do el gran problema de la soberanía. El mundo divino tie
ne un amo al que nada ni nadie puede cuestionar, gracias
a que es la soberanía misma. A partir de ese momento
nada puede amenazar el orden cósmico. Todo se resuelve
cuando Zeus engulle a Metis y se convierte de ese modo
en el Metiétis, el dios transformado por entero en métis, la
Prudencia personificada.
MADRE UNIVERSAL Y CAOS
Así termina, pues, la guerra de los dioses. Los Titanes
han sido derrotados y los Olímpicos son los vencedores.
En realidad, no hay nada decidido porque, después de la
victoria de Zeus, en el preciso momento en que parece
que el mundo está totalmente pacificado y reina un orden
definitivo, estable y justo, Gea pare un nuevo ser, un jo
ven llamado a veces Tifeo y, más comúnmente, Tifón. Lo
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