Page 162 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
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eundum  flumen,  paucae  stationes  equitum  videbantur.
         Fluminis erat altitudo circiter pedum trium.
            XIX.     (1)  Caesar,  equitatu*  praemisso,  subsequeba­
         tur omnibus copiis;  sed ratio ordoque agminis aliter se
         habebat ac Belgae ad Nervios detulerant. (2) Nam, quod
         ad hostes adpropinquabat, consuetudine sua, Caesar sex
         legiones*  expeditas  ducebat;  (3) post  eas  totius  exerci­
         tus  impedimenta*  conlocarat;  inde  duae  legiones  quae
         proxime  conscriptae  erant  totum  agmen*  claudebant
         praesidioque*  impedimentis  erant.  (4)  Equites  nostri,
         cum  funditoribus*  sagittariisque*  flumen  transgressi,
         cum  hostium equitatu proelium commiserunt.  (5)  Cum
         se  illi identidem in silvas  ad  suos  reciperent ac rursus
         ex  sfilva in nostros  impetum facerent, neque nostri lon­
         gius  quam quem ad finem porrecta loca aperta pertine­
         bant  cedentes  insequi  auderent,  interim  legiones  sex
         quae  primae  venerant,  opere  dimenso,  castra*  munire
         coeperunt. (6) Ubi prima impedimenta* nostri exercitus
         ab iis  qui in silvis  abditi latebant visa sunt,  quod  tem­
         pus  inter  eos  committendi  proelii  convenerat,  ut  intra


         el  terreno  despejado,  por  la  orilla  del  río,  se  veían  algunos  piquetes  de
         caballería.  La  hondura  del  río  era  de  tres  pies  aproximadamente.
           XIX.   (1)  César,  habiendo  enviado  delante  la  caballería,  seguía  con
         todo  el  ejército;  pero  el  plan  y  el  orden  de  su  marcha  era  diverso  del
         que  los  belgas  habían  manifestado  a  los  nervios.  (3)  Pues,  teniendo  en
         cuenta  que  el  enemigo  estaba  tan  cerca,  según  su  costumbre,  llevaba  Cé­
         sar  seis  legiones  sin  más  carga  que  las  armas;  (3)  detrás  de  éstas  había
         colocado  los  bagajes  de  todo  el  ejército;  por  último,  cerrando  la  marcha,
         venían  las  dos  legiones  que  había  alistado  recientemente,  las  cuales  ser­
         vían  de  escolta  a  la  impedimenta.  (4)  Nuestros jinetes,  pasando  el  río con
         los  honderos  y  arqueros,  trabaron  combate  con  la  caballería  enemiga.
         (5)  Mientras  éstos  tan  pronto  se  retiraban a los  matorrales  y  se refugiaban
         entre  los  suyos  como  salían  nuevamente  de  las  breñas  y  atacaban  a  los
         nuestros,  sin  que  los  nuestros  se  atrevieran  a  seguirlos  más  allá  de  donde
         llegaba  el  terreno  descubierto,  las  seis  legiones  que  habían  llegado  prime­
         ro,  una  vez  medido  el  terreno,  comenzaron  a  fortificar  el  campamento.
         (6)  Tan  pronto  como  los  primeros  bagajes  de  nuestro  ejército  fueron
         divisados  por  los  que  estaban  ocultos  en  la  selva,  que  era  el  momento
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