Page 236 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
P. 236

XXIII.     (1) Armis obsidibusque  acceptis, Crassus  in
         fines  Vocatium  et  Tarusatium  profectus  est.  (2)  Tum
         vero barbari  commoti  quod oppidum*  et natura loci  et
         manu  munitum  paucis  diebus  quibus  eo  ventum  erat
         expugnatum  cognoverant,  legatos*  quoquoversus  dimit­
         tere,  coniurare,  obsides  inter  se  dare,  copias  parare
         coeperunt.  (3)  Mittuntur  etiam  ad  eas  civitates*  legati
         quae  sunt  citerioris  Hispaniae  finitimae  Aquitaniae;
         inde  auxilia*  ducesque  arcessuntur.  (4)  Quorum  adven­
         tu, magna  cum  auctoritate  et magna hominum multitu­
         dine bellum  gerere conantur.  (5)  Duces  vero ii  deligun­
         tur  qui una  cum  Quinto Sertorio omnes  annos  fuerant
         summamque scientiam rei militaris habere existimaban­
         tur.  (6)  Hi,  consuetudine  populi  Romani,  loca  capere,
         castra  munire,  commeatibus  nostros  intercludere  insti­
         tuunt.  (7)  Quod  ubi  Crassus  animadvertit,  suas  copias
         propter exiguitatem non  facile diduci, hostem  et vagari
         et  vias  obsidere  et  castris*  satis  praesidii  relinquere,
         ob  eam  causam  minus  commode  frumentum  commea-
         tumque  sibi  supportari,  in  dies  hostium  numerum  au­
         geri,  non  cunctandum  existimavit  quin  pugna  decerta-

           ΧΧΙΙΙ.  (1)  Recibidas  las  armas  y  rehenes,  Craso  se  dirigió  a  las  tie­
         rras  de  los  vocates  y  tarusates.  (2)  Entonces  los  bárbaros,  asustados  al
         saber  que  una  ciudad  fortificada  por  la  naturaleza  y  por  los  hombres
         había  sido  tomada  a  los  pocos  días  de  llegar ante ella,  comenzaron  a  des­
         pachar  emisarios  a  todas  partes,  a  conjurarse,  a  darse  mutuos  rehenes,  a
         reclutar  tropas.  (3)  Despáchanse  también  emisarios  a  aquellos  pueblos
         de  la  España  citerior  que  confinan  con  Aquitania:  tráense  de  allí  tropas
         auxiliares  y  jefes.  (4)  Con  cuya  llegada,  se  disponen  a  hacer  la  guerra
         con  gran  prestigio  y  fuerzas  muy  numerosas.  (5)  Son  elegidos  jefes  aque­
         llos  que  habían  acompañado  siempre  a  Quinto  Sertorio  y  tenían  fama  de
         ser  sumamente  entendidos  en  la  táctica  militar.  (6)  Éstos,  siguiendo  la
         costumbre  del  pueblo  romano,  comienzan  a  ocupar  las  posiciones  favo­
         rables,  a  fortificar  su  campamento  y  a  cortar  las  provisiones  a  los  nues­
         tros.  (7)  Craso,  tan  pronto  como  advirtió  que  sus  tropas,  a  causa  del
         corto  número,  no podían  ser fácilmente  divididas,  mientras  que  el enemigo
         al  mismo  tiempo hacía  correrías  y cerraba  los  caminos  y  dejaba  suficiente
         guarnición  en  el  campamento,  por  lo  cual  era  difícil  que  pudiera  él  re­
         cibir  trigo  y  otras  provisiones,  y  que  el  contingente  de  enemigos  aumen­
         taba  de  día  en  día,  juzgó  que  no  debía  retrasar  la  batalla  decisiva.
                                  234
   231   232   233   234   235   236   237   238   239   240   241