Page 288 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
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Germanos audiebat. (2) A quibus cum paucorum dierum
iter abesset, legati ab his venerunt, quorum haec fuit
oratio: (3) Germanos neque priores populo Romano bel
lum inferre neque tamen recusare, si lacessantur, quin
armis contendant, quod Germanorum consuetudo haec
sit a maioribus tradita, quicumque bellum inferant, re
sistere neque deprecari. Haec tamen dicere: venisse in
vitos, eiectos domo. (4) Si suam gratiam Romani velint,
posse iis utiles esse amicos; vel sibi agros attribuant
vel patiantur eos tenere quos armis possederint. (5) Se-
se unis Suebis * concedere, quibus ne dii quidem im
mortales pares esse possint; reliquum quidem in terris
esse neminem quem non superare possint.
VIII. (1) Ad haec quae visum est Caesar respondit;
sed exitus fuit orationis: Sibi nullam cum his amicitiam
esse posse, si in Gallia remanerent: (2) neque verum es
se, qui suos fines tueri non potuerint, alienos occupare;
neque ullos in Gallia vacare agros, qui dari tantae prae-
germanos. (2) Y, estando ya a pocas jornadas de ellos, recibió emisarios
suyos, que vinieron a decir !o siguiente: (3) Que los germanos no tomaban
la iniciativa en declarar la guerra al pueblo romano, pero que tampoco
rehusaban empuñar las armas, si se los provocaba, pues era tradición suya,
heredada de sus mayores, resistir, sin tratar de detener con súplicas, a cual
quiera que les hiciese guerra. Sin embargo, le hacían presente que habían
venido allí contra su propia voluntad, echados de su patria; (4) que, si los
romanos querían su amistad, podían serles amigos útiles; que o les asigna
ran tierras o les dejaran ocupar las que poseían por derecho de guerra.
(5) Que ellos sólo reconocían superiores a los suevos, con quienes ni siquie
ra los dioses inmortales podían enfrentarse; fuera de éstos, no había en
la tierra nadie a quien ellos no fueran capaces de vencer.
VIII. (1) A esto respondió César lo que tuvo por conveniente, terminaji-
do con las siguientes consideraciones: Que no podía tener con ellos amistad
alguna, si se quedaban en la Galia; (2) y que no era justo que quienes no
habían podido defender sus tierras ocuparan las ajenas; que, por lo demás,
no había en la Galia terrenos desocupados que pudieran ser adjudicados
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