Page 98 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
P. 98

quae  legiones  cum  tribunis  militum  et  primorum  ordi­
        num  centurionibus*  egerunt  uti  Caesari  satisfacerent:
        Se  neque  unquam  dubitasse  neque  timuisse  neque  de
        summa belli suum iudicium, sed imperatoris esse existi­
        mavisse.  (4)  Eorum  satisfactione  accepta  et  itinere  ex­
        quisito  per  Diviciacum,  quod  ex  Gallis  ei  maximam
        fidem  habebat,  ut,  milium  amplius  quinquaginta  cir­
        cuitu, locis apertis exercitum duceret, de quarta vigilia*,
        ut dixerat, profectus est. (5) Septimo die, cum iter non
         intermitteret, ab exploratoribus* certior factus est Ario­
         visti copias a nostris milibus passuum* quattuor et XX
         abesse.

            XLII.  (1)  Cognito  Caesaris  adventu,  Ariovistus  le­
         gatos*  ad  eum  mittit:  Quod  antea  de conloquio postu-
         lasset id per. se fieri licere, quoniam propius accessisset,
         seque id  sine periculo facere  posse  existimare.  (2) Non
         respuit  condicionem  Caesar  iamque  eum  ad  sanitatem
         reverti  arbitrabatur,  cum  id  quod  antea  petenti  dene-
         gasset  ultro  polliceretur,  (3)  magnamque  in  spem
         veniebat  pro  suis  tantis  populique  Romani  in  eum

         demás  legiones  con  los  tribunos  militares  y  los  centuriones  de  los  prime­
         ros  órdenes  trataron  de  dar  satisfacción  a  César,  asegurándole  que  ellos
         jamás  habían  dudado  ni  temido,  ni  habían  considerado  cosa  de  su  in­
         cumbencia,  sino  de  la  de  César,  el  juzgar  acerca  de  la  dirección  de  la
         guerra.  (4)  Admitidas  sus  disculpas  y  confiando  la  dirección  del  camino
         a  Diviciaco,  por  ser  en  quien  más  confiaba  de  todos  los  galos,  propo­
         niéndose  dar  un  rodeo  de  más  de  cincuenta  mil  pasos  con  el  fin  de  poder
         llevar  el  ejército  por  lugares  descampados,  al  romper  el  alba,  como  había
         dicho,  púsose  en  marcha.  (5)  Al  séptimo  día,  sin  haber  dejado  aún  de
         caminar,  notificáronle  los  exploradores  que  las  tropas  de  Ariovisto  dista­
         ban  de  las  nuestras  veinticuatro  mil  pasos.
           XLII.  (1)  Ariovisto,  cuando  supo  la  llegada  de  César,  le  envió  emisa­
         rios:  Lo  que  antes  le  había  pedido  acerca  de  la  entrevista,  estaba,  por  su
         parte,  dispuesto  a  concederlo,  ya  que  César  se  había  acercado  más  y  él
         creía  que  podía  hacerlo  sin  peligro.  (2)  César  no  rechazó  su  proposición,
         sino  que  creyó  que  volvía  ya  en  su  juicio,  puesto  que  lo  que  había  rehu­
         sado  antes,  cuando  se  le  pedía,  ofrecíalo  ahora  espontáneamente,  (3)  y
         concibió  muchas  esperanzas  de  que,  en  atención  a  tan  grandes  beneficios
         suyos  y  del  pueblo  romano,  tan  pronto  como  oyera  sus  pretensiones,
                                  96
   93   94   95   96   97   98   99   100   101   102   103