Page 184 - Debate anti-utopico
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patrocinador de una sola identidad mestizo-homogénea-modernizante,
hacia la incursión de diversas identidades étnico-indígenas, de alguna
manera, funcionales a un Estado que perdía protagonismo al estar pro-
fundamente afectado por los vientos de la globalización.
A partir de 2005, Bolivia estaba frente a un camino bifurcado: a)
transformar el Estado y otorgar una centralidad política a los movimien-
tos cívicos e indígenas desde los ámbitos locales y regionales; junto a: b) la
posibilidad de preservar la democracia delegativa donde una élite política
continúe tomando decisiones en el ámbito nacional, bajo el argumento
de representar los intereses del Estado. El ejecutar una Asamblea Cons-
tituyente abría la posibilidad para materializar una democracia directa
sin partidos, aunque no se sabía si dicha Constituyente era el mejor ins-
trumento para legitimar una democracia que perdurara en el tiempo.
El primer paso antes de cualquier intento reformista o revolucio-
nario estaba relacionado con la realización de elecciones presidenciales.
En diciembre de 2005, fue categórica la victoria del Movimiento Al
Socialismo (MAS) con 53,7%. Evo Morales fue ungido presidente y rápi-
damente se vendió su imagen como un líder indígena aymara, aunque
lo más objetivamente correcto es considerarlo como el primer dirigente
cocalero que accedió al poder por medios democráticos. Su llegada al
poder significó que la sociedad civil boliviana buscaba no solamente una
alternativa frente a la debacle del modelo neoliberal, sino también el sur-
gimiento de un vengador. Morales encarnaba el símbolo de un vengador
justiciero para corregir las frustraciones que el alma colectiva tenía con
los previos veinte años de insatisfacción con la democracia.
El resultado electoral sorprendió a las viejas élites de la gobernabilidad
porque pensaron que iban a negociar la Presidencia dentro del Congreso
y así mantener un sitial preferencial. Esto no fue así, pues su candidato
Jorge Quiroga apenas logró un 28%, viéndose obligado a pactar con los
prefectos de las regiones de Santa Cruz, Beni, Pando, Cochabamba y