Page 218 - Debate anti-utopico
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218 Debate Anti - utópico
El discurso dominante alrededor de Evo Morales, el poder indígena
y los movimientos sociales se ha agotado. Hacia adelante, probablemente
queda una visión de país donde se consolide la concepción de un Estado
Plurinacional, pero al mismo tiempo una nueva caracterización que lleve
a Bolivia hacia la unidad, mayor cohesión y convergencia. El liderazgo
de Evo Morales sigue siendo muy fuerte pero en el referéndum del 21 de
febrero Morales polarizó demasiado y trató de dividir drásticamente al
país. Después de la derrota, los nuevos liderazgos que se desarrollen al
interior del MAS tendrían que hacer lo contrario, es decir, convocar a la
unidad y la posibilidad de una mayor integración nacional. Junto con el
deseo de proteger la estabilidad económica y política, se encuentran las
perspectivas de subsistencia democrática más allá de un caudillo.
El triunfo del No, también fue otro freno para aquellos líderes de
la oposición llamados “tradicionales” porque ninguno de los opositores
pudo atribuirse victoria alguna. Diferentes encuestas de opinión política
demostraron que los liderazgos de Samuel Doria Medina, Jorge Quiroga
o Rubén Costas, siguen siendo vistos como parte del pasado neoliberal
y, en consecuencia, son resistidos por la población como alternativa de
cambio. Son liderazgos que pertenecen al pasado de los pactos de gober-
nabilidad y está claro que no podrían competir con el MAS para volver
al poder porque tampoco ofrecen otro tipo de proyecto de país. Los
resultados del referendo deberán servir para que la oposición repiense
sus liderazgos nacionales y plantee proyectos alternativos para enfrentar
las elecciones presidenciales del año 2019.
La derrota de Morales también fue el fracaso de Álvaro García. Con
la nueva Constitución de 2009, el papel político en la toma de decisio-
nes y el rol estratégico del Vicepresidente se acrecentó. Éste influye en
la política exterior y en las proyecciones hegemónicas del gobierno. Sin
embargo, Álvaro García demostró ser una personalidad fuertemente anti-
democrática. Debido al apretado margen de victoria entre el No y el Sí
a la reelección, García trató de confundir a la población llamando a los

