Page 222 - Debate anti-utopico
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222 Debate Anti - utópico
teología política, la cual acentúa su visión crítica respecto a las relacio-
nes de dominación que oprimen a las culturas indígenas para imaginar,
posteriormente, un futuro redentorista en el siglo XXI.
Las características teológicas provienen de diferentes concepcio-
nes fatalistas donde el conflicto étnico y el liderazgo indio en la política,
constituyen el corazón de lo que sería Bolivia como una sociedad indí-
gena. La revolución, en este caso, también podría ser capaz de ir más
allá del capitalismo porque la verdadera soberanía política residiría en la
fuerza de la raza india, sojuzgada pero jamás derrotada por la coloniza-
ción española o el actual neocolonialismo. De hecho, el indianismo se
rebela contra toda forma de democracia y sistema político secularizado,
para plantear que los sujetos indios o negros sean las identidades pro-
fundas de América Latina.
El indianismo y la negritud se erigen como formas ideológicas
sobrenaturales, precisamente porque han sido discriminadas, aunque
su persistencia a lo largo del tiempo les permite tener una especie de
misión espiritual. Paralelamente, el indianismo postula una forma polí-
tica que representa en el orden natural e histórico la opción descolonial:
un nuevo tipo de sociedad, superior a todo condicionamiento económico.
De aquí que ni las estructuras de mercado, ni la globalización neoliberal
del Occidente dominante podrían destruir la vocación liberacionista del
indianismo que se transforma en una forma de poder histórico universal.
La confianza en un “más allá” donde se lograría imponer una lucha
de razas, no plantea el comunismo ni una sociedad sin clases sociales o
sin Estado. El indianismo es la creencia en el regreso del “incario” y la
toma del poder por parte de los indígenas que harían justicia por mano
propia, junto con el restablecimiento de las instituciones ancestrales como
los ayllus, la justicia comunitaria o el retorno de caudillos únicos con la
capacidad de generar una emancipación desde abajo porque todos en
Bolivia siempre hemos sido indios.