Page 483 - El Retorno del Rey
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pues tales nombres comúnmente estaban constituidos por elementos similares a
los nuestros, más sencillos en inglés, fueran palabras todavía corrientes como hill
[colina] o field [campo], o algo simplificadas como ton en lugar de town
[ciudad]. Pero algunos derivaban, como se observó ya, de viejas palabras hobbit
en desuso, y a éstas se las representó por elementos semejantes en inglés
[castellano], tales como wich, o bottle « morada» , o michel « grande» .
Pero en el caso de las personas, los apellidos hobbits en la Comarca y Bree,
eran peculiares en aquellos días, especialmente por el hábito desarrollado desde
hacía algunos siglos: los nombres de familia heredados. La mayor parte de estos
apellidos tenían significaciones obvias (en la lengua corriente, derivados de motes
puestos por broma o de nombres de lugares o [especialmente en Bree] de plantas
y árboles). La traducción de éstos no era de gran dificultad; pero quedaban uno o
dos nombres antiguos de significación olvidada; en este caso me contenté con las
formas inglesas, como Took [Tuk] por Tûk o Boffin por Bophîn.
En la medida de lo posible, he tratado los nombres de pila de la misma
manera. Los Hobbits daban comúnmente a sus hijas el nombre de flores o de
joyas. A los hijos varones les ponían nombres que no tenían significado en el
lenguaje cotidiano; y algunos de los nombres de las mujeres eran similares. De
esta clase son Bilbo, Bungo, Polo, Lotho, Tanta, Nina, etcétera. Hay muchas
semejanzas inevitables aunque accidentales con nombres que ahora llevamos o
conocemos: por ejemplo, Otho, Odo, Drogo, Dora, Cora y otros por el estilo.
Estos nombres los he conservado aunque por lo general alteré finales, pues en los
nombres Hobbit la a era una terminación masculina y o y e eran femeninas.
Sin embargo, en algunas viejas familias, especialmente las de origen Albo
como los Tuk y los Bolger, era costumbre poner nombres de pila altamente
sonoros. Como la mayoría de éstos parecen haber sido extraídos de leyendas del
pasado, de Hombres tanto como de Hobbits, y muchos de ellos, aunque sin
significado para los Hobbits contemporáneos, tenían una estrecha semejanza con
los nombres del Valle del Anduin, o de Valle, o de la Marca, los he transformado
en esos antiguos nombres, en gran parte de origen franco o godo, que usamos
hoy todavía o que encontramos en nuestra historia. Así, de cualquier modo, he
conservado el cómico contraste entre los sobrenombres y los nombres del que los
mismos Hobbits eran conscientes. Rara vez se han utilizado nombres de origen
clásico; porque los equivalentes más próximos al latín y al griego en los
conocimientos de los Hobbits eran las lenguas élficas, que los Hobbits apenas
utilizaban. Pocos de entre ellos conocieron nunca las « lenguas de los reyes» ,
como las llamaron.
En Los Gamos, los nombres eran diferentes de los del resto de la Comarca. El
pueblo del Marjal y sus vástagos al otro lado del Brandivino eran peculiares por
diversos motivos, como se ha dicho. Muchos de sus extraños nombres los
heredaron sin duda de la vieja lengua de los Fuertes del sur. A éstos por lo general