Page 245 - La Traición de Isengard
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XIII
                       GALADRIEL
      [287]
      He  dividido  el  borrador  del  manuscrito  de  la  historia  de  « Lothlórien»   en  dos
      partes, aunque en esta etapa mi padre continuó sin interrupción hasta el fin en
      CA, Libro II, capítulo 7, « El Espejo de Galadriel» ; y vuelvo ahora al punto en
      que lo dejé en la p. 274. Desde la llegada de la Compañía a Cerin Amroth el
      borrador está escrito con un lápiz grueso y blando y es muy difícil.
        El sol se había hundido detrás de las montañas y las sombras crecían en el
      bosque cuando se pusieron otra vez en marcha. Los senderos se adentraban ahora
      en  un  bosque  denso  donde  la  oscuridad  ya  estaba  cerrándose.  Ya  casi  era  de
      noche bajo los árboles cuando salieron de pronto bajo un pálido cielo nocturno
      salpicado  por  unas  pocas  estrellas  tempranas.  Un  vasto  espacio  sin  árboles  se
      extendía ante ellos en un gran círculo. Más allá había un foso profundo, cubierto
      de hierba, y del otro lado se levantaba una pared verde. Un terreno [?ascendente]
      dentro  del  círculo  estaba  [??  denso  con]  árboles  mallorn,  los  más  altos  que
      hubieran  visto  hasta  entonces  en  esa  región.  El  más  alto  debía  tener  unos  60
      metros y era de gran circunferencia. Las ramas más bajas estaban a 3 brazas
      por  encima  de  sus  raíces.  En  las  ramas  superiores,  entre  las  hojas,  brillaban
      innumerables luces, doradas y blancas y de un verde pálido.
        —Bienvenidos a Caras Galadon —dijo—, la ciudad de Nelennas que [?quizás]
      en vuestra lengua es llamada El Ángulo. [330]  Pero tenemos que dar un rodeo; las
      puertas no miran al norte.
        Había un camino de piedras blancas que recorría el circuito de los muros. En
      el  lado  sur  había  un  puente  sobre  un  foso  que  conducía  a  las  grandes  puertas,
      situadas a los extremos de los muros donde se superponían. Pasaron al interior de
      una profunda sombra donde los dos muros verdes terminaban [?en una] senda.
      No vieron a nadie de guardia, [331]   sonaban muchas voces suaves arriba, y en la
      distancia él [sc. Frodo] oyó una voz clara cayendo del aire encima de ellos. [288]
        El texto original a lápiz continúa por un cierto tiempo desde este punto, pero
      mi padre escribió en parte sobre él con tinta, y (más ampliamente) lo borró del
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