Page 320 - La Traición de Isengard
P. 320
la discusión y la « escena con Boromir» sigue al desembarco en Tolondren y el
ascenso a las Colinas Verdes o las Emyn Rhain.
Conversación de Boromir y Frodo en las Colinas de Piedra donde
Eredwethion se puede vislumbrar como una mancha gris, y detrás una nube
vaga ocasionalmente iluminada por un brillo irregular.
—Es algo insignificante aquello por lo que sufrimos tanto pesar —dijo
Boromir—. Sólo lo he visto una vez durante un instante en la casa de Elrond. ¿No
podría volver a verlo de nuevo?
Frodo alzó la vista. De pronto el corazón se le heló. Advirtió un destello
curioso en los ojos de Boromir, aunque por lo demás su cara seguía siendo
amistosa y sonriente como siempre. —Es mejor que siga escondido— contestó.
—Como quieras. No me importa —dijo Boromir—. No obstante, confieso
que es del Anillo que deseo hablar. (¿Esté escondido o al descubierto ahora me
gustaría hablarte del Anillo?) … [sic]
Boromir dice que Elrond etc. son todos necios.
—Es una locura no usar el poder y los métodos del Enemigo: despiadado,
intrépido. Muchos elfos, medio elfos y magos podrían corromperse con él… pero
no así un Hombre verdadero. Aquéllos que tratan con la magia lo emplearán
para conseguir el Poder oculto. Cada uno de acuerdo con su especie. Por
ejemplo, tú, Frodo, siendo un hobbit que desea la paz: tú lo usas para la
invisibilidad. ¡Mira lo que podría hacer un guerrero! ¡Piensa en lo que yo (o
Aragorn, si te apetece) podría hacer! ¡Cómo marcharía entre el enemigo y
dirigiría a los Jinetes Negros! Daría poder de mando.
» Sin embargo, Elrond nos dice no sólo que lo descartemos y destruyamos…
es comprensible (aunque no para mi cabeza, sabía desde que lo ha meditado la
noche de nuestro viaje). Pero qué oportunidad… ¡entrar en la red del enemigo y
ofrecerle todas las posibilidades de volver a capturarlo! [381]
Frodo no se inmuta.
—¡Por lo menos ven a Minas Tirith! —exclamó Boromir. Apoyó la mano
sobre el hombro de Frodo de manera amistosa, pero Frodo sintió que el brazo le
temblaba como con una excitación contenida. Se apartó y se mantuvo alejado—.
¿Por qué te muestras tan hostil? —preguntó Boromir—. Yo soy un hombre
valiente y leal. Y te doy mi palabra de que no me lo quedaré… esto es, no me lo
quedaré si me lo prestas. ¡Sólo para hacer una prueba!
—¡No! ¡No! —dijo Frodo. [Añadido: « Únicamente por el destino es mío para
que lo lleve» .]
Boromir se enfada más, y así se vuelve más incauto (o en realidad el
propósito maligno sólo ahora empieza a crecer en él).
—¡Eres un necio! —gritó—. Buscando la muerte y arruinando nuestra causa.