Page 392 - La Traición de Isengard
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encontraban casi todas lejos al [sur >] norte, [521] del otro lado del río, en las
estribaciones boscosas de las Montañas Tenebrosas, ahora ocultas entre nieblas y
nubes. Sin embargo, Aragorn se extrañó a menudo de no ver señales de animal u
hombre, pues los Amos de los Caballos habían tenido en otro tiempo muchas
tropillas y establos en esta región oriental (Estemnet), [522] y la habían recorrido
mucho, viviendo a menudo en campamentos y tiendas, aun en los meses
invernales. Pero ahora toda la tierra estaba desierta, y había un silencio que no
parecía ser la quietud de la paz. Por esa gran soledad cruzaron los cazadores. Sus
capas élficas se confundieron con el entorno de los campos verdes… [467]
Es en este punto que emerge el texto original A (pp. 457-458). La nueva versión
B, que todavía lo reemplazaba pero que ya no lo destruye, progresa mucho hacia
el texto definitivo, y durante largas extensiones es casi idéntico. El esquema
temporal original, tal como se da en la p 461, se retuvo: los tres compañeros aún
llegan a las lomas al final del tercer día de la persecución (es decir, el segundo
día en las llanuras de Rohan); Aragorn todavía afirma que las huellas que habían
encontrado allí habían sido hechas aquel día; y aún avanzan hasta bien entrada la
noche, sin detenerse hasta haber recorrido la mitad de las lomas, donde
encuentran el campamento orco. De hecho, en esta versión los Orcos se hallaban
menos adelantados que en la A: « —Se detuvieron aquí al anochecer, creo —dijo
Aragorn» . Fue en este punto que Aragorn se tendió en el suelo, inmóvil y durante
mucho tiempo (cf. DT 28-29; pero aquí era a la luz de la luna, la noche siguiente
al « Día 3» de la persecución, no al amanecer del « Día 3» y aún bastante lejos
al este de las lomas).
—El rumor de la tierra es débil y confuso —dijo—. He oído muchos pies, a lo
lejos; pero me pareció que también había caballos galopando, mas estaban
alejándose de nosotros. Me pregunto qué está ocurriendo en este país. Todo
parece muy extraño. Incluso desconfío de la misma luz de la luna. Sólo quedan
las estrellas para guiarnos, pero son débiles y están lejos. Me encuentro cansado,
como jamás debería estarlo un Montaraz ante un rastro fresco; sin embargo,
debemos continuar, debemos continuar.
En esta versión parecen no haber dormido en toda la noche: « cuando llegó el
amanecer casi habían alcanzado el final de las lomas» ; y « a medida que se
alzaba el sol sobre el cuarto día de persecución, y la luz aumentaba, subieron la
última elevación, una colina redondeada que se alzaba sola en el extremo norte
de las lomas» … donde en DT (pp. 31-32) pasaron la noche del cuarto día. [523]
Ahora la llegada de los Rohiroth alcanza el texto de DT, [524] y la única
diferencia a mencionar es que Legolas, al verlos a lo lejos, dijo: « Hay cien
menos tres» ; creo que esto indica casi con certeza que se habían perdido tres